
Señor, Jesús, creo que estás vivo y resucitado. Creo que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de los que en ti creemos.
Te alabo y a te adoro. Te doy gracias, Señor, por venir hasta mi como pan vivo bajando del Cielo. Tú eres la plenitud de la Vida. Tú eres la Resurrección y la Vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy quiero presentarte todas mis enfermedades porque Tú eres el mismo Ayer, Hoy y Siempre y Tú mismo me alcanzas hasta donde estoy.
Tú eres el Eterno presente y Tú me conoces… ahora, Señor te pido que tengas compasión de mi. Visítame a través de tu Evangelio para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia hoy; y que se renueve mi Fe y mi Confianza en ti. ?¡Te lo suplico, Jesús!
Ten compasión de mis sufrimientos físicos, de mis heridas emocionales y de cualquier enfermedad de mi alma.
Ten compasión de mi, Señor. Bendíceme y haz que vuelva a encontrar la salud. Que mi fe crezca y me abra a las maravillas de tu amor, para que también sea testigo de tu Poder y de tu Compasión.
Te lo pido, Jesús, por el Poder de tus Santas Llagas, por tu Santa Cruz y por tu Preciosa Sangre.
Sáname, Señor.
Sana mi Cuerpo.
Sana mi Corazón.
Sana mi Alma.
Dame Vida y Vida en Abundancia. Te lo pido por intercesión de María Santísima, tu Madre, la Virgen del Corazón Doloroso e Inmaculado, la que estaba presente, de pie, cerca de la Cruz.
La que fue la primera en contemplar tus Santas Llagas y que nos diste por Madre.
Tú nos has revelado que ya has tomado sobre ti, todas nuestras dolencias y por Ti hemos sido Curados.
Hoy, Señor, te presento en Fe todas mis enfermedades y te pido que me sanes Completamente.
Te pido por la Gloria del Padre del Cielo, que también sanes a los enfermos de mi familia y mis amigos.
Haz que crezcan en la Fe, en la Esperanza y que reciban la Salud para Gloria de tu Nombre. Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los Corazones a través de los signos y prodigios de tu Amor. Todo esto te lo pido, porque Tú eres Jesús.
Tú eres el buen pastor y todos somos ovejas de tu rebaño.
Estoy tan seguro de tu Amor que aún, antes de conocer el resultado de mi oración, en Fe, te digo: “Gracias Jesús, por lo que Tú vas a hacer en mi y en cada uno de ellos”.
Gracias por las enfermedades que Tú estás sanando ahora, Gracias por los que Tú estás visitando con tu Misericordia…
Amén.
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