El primer cuerpo hiperrealista de Cristo basado en la Sábana Santa


La exposición The mystery man, que se ha estrenado en la catedral de Salamanca recorrerá todo el mundo, mostrando la reproducción hiperrealista del cuerpo que tiene en sí todas las heridas de Jesucristo, descritas en los Evangelios
Fuentes varias.
Artisplendore Exhibitions presenta la exposición The Mistery Man, que trata de responder a uno de los grandes enigmas de la historia: ¿Quién era el hombre de la Sábana Santa? Álvaro Blanco, comisario de la exposición destaca como «a lo largo de la historia los pintores han detallado la imagen de Jesús de Nazaret, y nosotros vamos a ser partícipes de ver por primera vez ese cuerpo en calidad humana sin la mediación de artistas»

Tras más de 15 años de estudios científicos, se expone una obra hiperrealista del hombre cuya silueta aparece plasmada en el sudario. Blanco declara que se acercó «a esta historia de la Sábana Santa, como todos, buscando una explicación científica, forense. Me convertí en uno más. Quedé atrapado en ese vorágine de historia: ¿qué había detrás de esta explicación de la Sábana Santa? Y llegó un momento en el que entendí que las cosas más maravillosas de este mundo no tienen explicación».

El sudario que se expone en Turín, está considerado como la reliquia que envolvió el cuerpo de Jesús de Nazaret tras su muerte. La ciencia ha confirmado que la tela, en algún momento de su historia, cubrió a un hombre gravemente torturado. Este presenta las mismas heridas que sufrió Jesús y que narran los Evangelios: las provocadas por la corona de espinas, la flagelación, crucifixión y la lanzada en el costado.

La escultura, creada meticulosamente y con un gran cuidado por los detalles, fue realizada en latex y silicona. Pesa aproximadamente 75 kilos y muestra la figura propia del rigor mortis -la postura que adopta el cuerpo muerto a raíz de una serie de cambios químicos que se producen en los músculos y que provoca rigidez e inflexibilidad-.
Sus piernas están semiflexionadas y sus manos, cruzadas a la altura del pubis. La escultura cuenta con pelo real, que cubre todo el cuerpo, de pies a cabeza.

La espalda está un tanto elevada, por lo que es posible observar las laceraciones en la cabeza, producidas por la corona de espinas que fue obligado a llevar. También, una suerte de pequeña trenza que recoge el pelo deja entrever los hematomas en los hombros que se formaron tras cargar con la cruz.

En la piel, se representaron cada una de las heridas producidas por las torturas, así como las marcas de los clavos tanto en las manos como en los pies y los latigazos entre la quinta y la sexta costilla del lado derecho. Su nariz está quebrada y su ojo derecho, rodeado de un gran moretón. El nivel de detallismo logrado permite observar, al acercarse, los poros de la piel, las pecas, las pestañas y hasta las cejas.

La Sábana Santa
La Sábana Santa centra también buen aparte de la exposición. Esta tela, que se conserva en la catedral de Turín y en la que, según la Iglesia católica, fue envuelto el cuerpo de Cristo tras su crucifixión, mide 4,39 metros de largo y 1,15 de ancho, está considerada una de las reliquias más famosas y discutidas de la Cristiandad. En ella aparece, aunque algo borrosa, la impronta de un hombre con signos de torturas que coincidirían con los datos que transmiten los relatos evangélicos: la coronación de espinas, flagelación, crucifixión y lanzada en el costado.

A la izquierdaA la izquierda muestra la vista frontal, y a la derecha la parte dorsal.
El tiempo también dejó su huella en las quemaduras sufridas por la tela en un incendio que casi destruye la tela.
Un grupo de científicos comprobó en 2017 que la fibra muestra signos de sangre de una víctima de tortura y desmintió los argumentos de que el manto que supuestamente envolvió el cuerpo de Jesucristo fuera pintado.

Las pruebas para demostrar si de verdad envolvió el cuerpo de Jesús comenzaron en 1898, después de que un fotógrafo turinés hiciera una foto al lienzo y en el momento del revelado se diera cuenta de que las imágenes negativas representan el cuerpo y la cara de un hombre crucificado en el modo en que contaban los Evangelios.
El estudio de la Sábana Santa permite ver las heridas por las que muere Jesús de Nazaret, un hombre coronado con un casco de espinas, “que recibió una lanzada entre la quinta y sexta costilla, de donde salió sangre y agua por el edema pulmonar, con heridas en las muñecas y no en las manos”.
También muestra los 150 impactos que recibió en la cruz y las 250 heridas distribuidas por todo el cuerpo en forma de abanico.

Para realizar la escultura hiperrealista, los artistas involucrados en el proyecto partieron de las medidas del cuerpo, de 1,78 metros de altura.
Además, se basaron en los puntos sangrantes de los pies, piernas o rodillas, entre otras, en la sábana. Blanco destacó que, a partir de este viernes, los visitantes van a poder situarse “ante Jesús” pues han recreado “el cuerpo más fidedigno y en calidad hiperrealista”, y no descarta que genere “polémica”.

De este modo, retrocedemos hasta el siglo XIV, cuando un caballero francés afirma tener la sábana que envolvió el cuerpo de Cristo tras su muerte. Sin embargo, no puede desvelar cómo la ha obtenido. Antes de su muerte en la batalla de Poitiers, dona la tela a unos monjes que empiezan a recibir visitas de los peregrinos que quieren ver la supuesta reliquia.
Durante la guerra de los Cien Años, los religiosos devuelven a la familia del caballero el sudario, para protegerlo. Cuando acaba la contienda, la heredera de la familia se niega a devolver la Sábana Santa y la usa como pasaporte a Italia, donde busca refugio a cambio de entregar la reliquia a los que serían más tarde reyes italianos, los duques de Saboya.
Los duques guardan la sábana en la iglesia de su castillo, que ardió en un incendio en el año 1523. El relicario de plata en el que habían depositado la tela se funde, atravesando una gota la sábana, pero sin destruir la imagen. Cincuenta años después, la reliquia llega a Turín, donde todavía se conserva custodiada en la catedral.

La investigación forense sobre el cadáver
Las diferentes investigaciones sobre la Sábana Santa, en la que está basada la exposición, demuestran que esta tela cubrió el cuerpo de un hombre muerto, un cadáver reciente. El estudio forense de la imagen deja ver la posición del cuerpo: la cabeza está flexionada, los músculos del pecho contraídos, los brazos cruzados y las piernas flexionadas. Además, por los tejidos que se han podido obtener, se ha demostrado que el cadáver era el de un varón de raza caucásica, con sangre de tipo AB y una altura de 178 centímetros.
Entre las distintas lesiones que se pueden ver en el análisis forense, en la zona del cráneo pueden observarse más de cincuenta heridas producidas por un objeto punzante. En la cara se aprecian también lesiones, especialmente la rotura de la nariz y la desviación del tabique. En la espalda, el torso y las piernas hay evidencias de una flagelación romana. También puede verse una herida realizada tras la muerte, que perfora el costado, atravesando el cuerpo.

La Sábana Santa fue expuesta por primera vez en el año 1898 durante dos días. El fotógrafo Secondo Pía obtuvo permiso para fotografiar la reliquia. En el momento de revelar la imagen, Pía descubrió que en la placa se revelaba un positivo. Solo había una posibilidad: que la sábana fuera el negativo.
Toda la comunidad científica se sobresaltó ante el descubrimiento, pero no fue hasta 33 años después cuando se repitió la misma prueba. Como era de esperar, el resultado fue idéntico: aquel lienzo era el negativo de una imagen.
A mediados de 1930 comenzaron los estudios de la reliquia por parte del médico forense Pierre Barbet. Tras muchas pruebas con cadáveres, Barbet concluyó que la imagen era un modelo anatómico extrañamente exacto, puesto que desvelaba características fisiológicas y patológicas que eran ignoradas en el mundo médico 150 años antes.
Los análisis de la Sábana Santa continuaron en el año 1988, cuando se concedió permiso a un grupo de científicos para realizar la prueba de carbono 14 en la tela. Tres laboratorios distintos llevarían a cabo el análisis con el objetivo de datar la sábana. Los resultados señalaban que la síndone había sido fabricada entre los siglos XIII y XIV, lo cual implicaba que la supuesta reliquia era en realidad un fraude.

Sin embargo, un año más tarde, la revista científica Nature demostró la baja fiabilidad de la prueba del carbono 14. Cada laboratorio obtuvo una fecha muy distinta. La contaminación del lino no permitía que los resultados fueran fiables. Por tanto, no podía considerarse de inmediato que la Sábana Santa fuera una falsificación.
Ante los fallos que encontraron en esta prueba, los científicos decidieron tomar una vía distinta. Se obtuvieron muestras del polen para determinar con más exactitud la fecha de la sábana, ya que las características de este elemento permiten obtener muchos datos. Estos estudios sitúan la síndone en Jerusalén, pero también prueban que fue trasladada por Italia y Francia.
Los estudios acerca de la Sábana Santa se han efectuado más veces, pero la ciencia no ha podido demostrar cómo se produjo una imagen con las características de la síndone.

Las características únicas de la Sábana Santa
La Sábana Santa, de la que podemos encontrar una reproducción exacta en la exposición, es una imagen muy especial, debido a nueve aspectos que no se dan en ninguna otra imagen: superficialidad, ausencia de pigmentación, no direccionalidad, estabilidad térmica, estabilidad hidrológica, estabilidad química, pormenorización, negatividad y tridimensionalidad.
La superficialidad implicaLa superficialidad implica que la imagen apenas penetra en los hilos. Ausencia de pigmentación quiere decir que no hay químicos conocidos. La no direccionalidad se refiere al hecho de que no se puede descubrir ningún trazo que debería haberse quedado al pintar. La estabilidad hace referencia a que la imagen no se ve afectada por la temperatura, el agua o los químicos. En cuanto a la pormenorización, el rastro del cuerpo es muy detallado. La negatividad es la característica que descubrió Pía y la tridimensionalidad implica que la imagen tiene relieve.
La Sábana Santa de Turín es una tela de lino tejida en espiga muy cara que mide 430 x 110 cm.

Se trata de una reliquia de la fe cristiana a la que se le atribuye haber envuelto el cuerpo de Jesús de Nazaret tras su muerte. En él aparece, aunque un poco borrosa, la huella de un hombre con signos de haber sufrido tormento. A la izquierda muestra la vista frontal y a la derecha la vista dorsal.
El tiempo también ha dejado su huella sobre todo por las quemaduras sufridas en un grave incendio que casi destruye el tejido, pero aún deja entrever la imagen del cuerpo y rostro que la iconografía ha identificado a lo largo de la historia como el de Jesús de Nazaret.
La Sábana Santa conservada en Turín sigue siendo una “provocación a la inteligencia”, como dijo san Juan Pablo II en 1998. Desafía a los científicos de todo el mundo, en todos los campos.
La llamada “imagen corporal” (en la región definida por las puntas del tejido, de color más oscuro) no atraviesa el tejido y sólo está presente en unas pocas decenas de micras; no tiene contornos, marcas de pincel ni restos de pigmentos; no es una pintura, sino el resultado de una oxidación ácida deshidratante de las fibras de lino (ver STURP en 1978).

En 1976 la NASA confirmó, para todo el cuerpo, esta propiedad tridimensional que ninguna otra imagen en el mundo posee.
La ciencia forense ha demostrado que el paño, en un momento determinado de su historia, cubrió a un hombre que sufrió torturas, lo que coincide con los datos transmitidos por los relatos evangélicos: la corona de espinas, la flagelación, la crucifixión y la herida en el costado. .
Los distintos estudios realizados siguen sin poder establecer cómo se pudo formar la extraña imagen. Su naturaleza negativa, las tres dimensiones y la ausencia de pigmentos aún no han sido explicadas.
La Sábana Santa no es compatible con ninguna técnica pictórica, artística o científica. La sangre, sin embargo, coincide con la de un cadáver humano.

¿Por qué no se muestra la Sábana Santa con más frecuencia?
La Sábana Santa es un objeto de devoción que rara vez se exhibe y, cuando lo es, millones de personas la veneran en Turín. Con tanto interés, ¿por qué no se muestra la Sábana Santa con más frecuencia?
“Desde que llegó a Turín en 1578, la Sábana Santa se ha exhibido sólo unas pocas veces por siglo. (…) La seguridad es siempre un problema con la Sábana Santa. Por ejemplo, las autoridades de Turín están firmemente convencidas de que el incendio de abril de 1997 de la Capilla, la Catedral y el Palacio Real fue iniciado intencionadamente por un pirómano. En 1978, durante una exposición de cinco semanas, 3,5 millones de visitantes llegaron a la ciudad para ver la tela. Organizar este tipo de eventos siempre es un problema”, señalan.
Pero quizás la principal razón por la que la ostentación sea tan poco frecuente se deba a que, como informa esta web especializada, “exponer la tela al aire contaminado y a los rayos ultravioleta durante una exposición puede dañar la tela y también la imagen”.
“Aunque la Sábana Santa ahora se almacena en un contenedor especialmente diseñado para protegerla y preservarla, una exposición excesiva podría crear serios problemas de almacenamiento y conservación a largo plazo”, afirman.
La próxima exposición está prevista para 2025.

Fuentes conultadas:
https://www.aciprensa.com/
https://www.eldebate.com/
https://www.infobae.com/
https://www.clarin.com/
confidencialhn.com
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ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS
COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE
| 10/01/2022 | Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlos Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre “Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación”, del 16 de diciembre de 2017. En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas. Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís. Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio. Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación. Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado. Dr.Nicola Gori Postulatore della Causa. |
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