
El ‘Señor de los Milagros’ es una de las procesiones más grandes y conocida mundialmente.
El ‘Señor de los Milagros’ es la muestra de fe por parte de los feligreses del Perú más representativa de la Iglesia Católica. Una de las procesiones más grandes del mundo, se desarrolla cada mes de octubre. La misma que congrega a centenares de fieles vestidos de morado que acompañan a la imagen del ‘Cristo Moreno’.

Artículo original de: Fuentes Varias
Aunque no se sabe con exactitud sobre el autor quien pintó la imagen del Señor de los Milagros, lo poco que se sabe es que fue pintada por un esclavo moreno de Angola, el mismo que no habría tenido ninguna formación artística. En suma, el resultado de la pintura fue netamente su inspiración. Según cronistas de la época, fue en el siglo XVII en Pachacamilla.
Cabe mencionar que, la imagen que sale en procesiones es una una réplica en óleo. La misma que por protección —luego del terremoto en 1687— fue mandada a pintar para cuidar y conservar la original.
Denominar a octubre como el Mes Morado tiene un motivo muy poderoso: el Señor de los Milagros, llamado así por un hecho histórico que sucedió siglos atrás, específicamente, en el año 1655. Desde hace más de 350 años, sigue sumando gran cantidad de fieles y ya no solamente en Lima sino en varias regiones de Perú. Esta celebración se realiza en el mes de octubre y es común ver a personas vestidas con prendas moradas en honor y devoción al Señor de los Milagros.

Historia del Señor de los Milagros
El Señor de los Milagros también es conocido como el Señor de Pachacamilla. Esto es muy importante para conocer más de su historia. Pachacamilla fue un barrio de la antigua Lima, según algunos estudios, los pobladores originarios, fueron reubicados en Pachacamilla. Lugar que más adelante recibirá la denominación de barrio y ya en la actualidad se ubica en el Centro Histórico de Lima específicamente entre la avenida Tacna y la avenida Emancipación. Sobre este lugar se construyó el Santuario y Monasterio de Las Nazarenas, dentro de estas instalaciones se puede encontrar el templo donde se guarda la imagen del Señor de los Milagros. Conozcamos más:
¿Quién es el Señor de los Milagros?
La historia cuenta que la imagen de este Cristo Moreno fue pintada por un esclavo de origen angolés, en una pequeña pared de adobe en el Barrio de Pachacamilla en el centro de Lima. Los fieles, en su mayoría esclavos, empezaron a congregarse alrededor de la imagen y a rendirle culto, construyendo un pequeño templo alrededor.
Durante el terremoto de 1655 toda la estructura se vino abajo, a excepción de la pequeña pared en la que estaba la imagen. Al ser Lima una ciudad sísmica, esta circunstancia se repitió varias veces a lo largo de los años. En cada terremoto que había, la imagen del Señor de los Milagros quedaba intacta. Esto orignó que la devoción fuera creciendo cada vez más.
Aparece la imagen de Cristo crucificado
Lima fue fundada en el año 1535 y como mencionamos, los pobladores originales fueron reubicados en Pachacamilla. Con el pasar del tiempo este lugar se convirtió en un lugar para marginados sociales. Después de más de cien años, luego de un fuerte terremoto en 1655 el 13 de noviembre, muchas viviendas se derrumbaron y solamente un muro se mantuvo en pie. Este muro, contaba con la figura de cristo crucificado. En la parte superior, en ambos lados de la figura se encuentra el sol y la luna. Así, se entendió que dicho suceso era un milagro. Desde ese momento se generó un fuerte impacto en el imaginario religioso.
Tres posibilidades
Entonces como una forma de desmitificar esta historia se lanzaron hipótesis sobre el origen de la pintura. Se manejan tres posibilidades, la primera de ellas es que coincide con la llegada de una cofradía de Angola. Probablemente en este grupo de personas se encontraría al artista que decidió pintar el muro de un galpón como una forma de continuar con la evangelización o tal vez dar un poco de esperanza a estas personas.
La otra versión la realiza María Rostworowski, ella sigue algunos registros encontrados por Vargas Ugarte, donde se menciona que en el año 1651 la imagen ya estaría plasmada en la pared en uno de los muros y que el artífice del mural sería un poblador de Pachacamac. A esto agrega Rostworowski, que los primeros pobladores de Pachacamac, pintaron a uno de sus ídolos con anterioridad y ya se hizo la pintura de Cristo crucificado más adelante durante la época de la colonia, como una forma de ocultar la figura principal.
Mientras que otros pobladores y creyentes hacen referencia que la imagen de la que tanto se especula, fue dibujada por obra y gracia de la divinidad.
Fe que trascendió hasta la actualidad
La aparición de la figura de cristo en la cruz, levantó cierta zozobra en toda la población. Pero por los destrozos y la inseguridad del terreno, toda la población tuvo que alojarse en otros lugares. Este territorio quedó prácticamente abandonado, pero con el tiempo sería un lugar especial y que colmaría a Lima de milagros y poco a poco pasó a estar en control de la iglesia católica. Durante todo este proceso se narran nuevos milagros que perduraron hasta la actualidad, fraguando la fe y devoción en el Señor de Pachacamilla.
El primer milagro
Se cuenta que Andrés de León, sintió la necesidad de cuidar la figura. Cada tarde acudía al lugar y procuraba cuidarlo de las lluvias de Lima. Se dice que este cristiano, padecía de una enfermedad en la piel que además era contagiosa y no encontraba la forma de curarla. Tras los cuidados que realizó, su salud mejoró notablemente. La noticia de este suceso generó que más fieles se dediquen al cuidado de la imagen.
Pasaron algunos años y el Virrey Conde de Lemos, al no comprender porque la gente adoraba una extraña figura en Pachacamilla, ordenó una investigación. Aquí fue enviado en primera instancia un párroco, quién manifestó que se realizaban adoratorios de manera inadecuada. Tras este informe, el virrey ordenó que la borrasen. La segunda comitiva salió acompañada de soldados. Al momento en que intentaron si quiera tocar la imagen ocurrió un temblor, tras los diferentes intentos, se dice que el cielo se puso gris y comenzó una fuerte lluvia. La comitiva tuvo mucho miedo y comprendió que esta fue la señal y entendieron que Dios no quería que la imagen se borré.
La imagen se hace popular y aparece la primera capilla
Al enterarse de la noticia, el virrey fue personalmente a verificar la imagen de la que tanto se hablaba. Al percatarse de la belleza de la imagen y de comprobar el asombro de la gente que presenció los milagros, ordenó que se la cuide y construya una capilla en dicho lugar. Pese a su avanzada edad el Virrey Conde de Lemos iba a visitar la figura, siendo una importante publicidad ya que las élites limeñas se sumaron a la devoción. Este virrey, solicitó los servicios del pintor José de la Parra, quien añadió la figura de Dios en la parte de superior, sobre el sol y la luna. Se cuenta, que poco a poco y de forma milagrosa, apareció la imagen de la Virgen María y María Magdalena que complementan todo el cuadro. De esta forma se comienzan a celebrar misas de forma organizada y se ordena a completar la capilla para el cuidado del muro. Poco a poco el rumor se expandía trayendo a más creyentes. Más adelante Sebastián Antuaño, crea una réplica del mural y comienza a realizar las procesiones por las calles de Lima. En 1687 se registraron muchos temblores en la región limeña, lo que propicio que se creara la imagen sobre andas para que todos los fieles puedan seguirla, más allá de los muros limitados de la capilla.
Protector y custodia de Lima
De esta forma Sebastián Antuaño se convertía en un pilar de la fe y la devoción al Señor de Pachacamilla.
Unos años más tarde aparecería La Madre Antonia, quien cumple un rol importante al conseguir los fondos y donaciones para fundar el Instituto Nazareno de beatas en Monserrate. A ella se le atribuye el uso del hábito morado, típico de Ecuador, su lugar de procedencia. Ella vestía de morado como un acto de protesta, al que luego le dieron la razón y se atribuyó este color como característico para la devoción. El camino de estas dos personas se uniría, tras la ordenanza del Consejo de Indias que ordenó la destrucción del beaterio de la Madre Antonia, Sebastián Antuaño al enterarse, reubica a todas las hermanas de la Madre Antonia y las acoge en Pachacamilla. Más adelante, hace la donación de las tierras para la construcción de un nuevo monasterio en 1730 con la autorización del Papa Benedicto XIII y del rey Felipe V. Desde este momento se institucionaliza la fe al escoger al Señor de Pachacamilla ahora conocido como Señor de los Milagros como protector y custodia de Lima. De esta forma, se hace más popular y más fieles se van sumando como el caso del virrey Amat quien construye la iglesia en honor del protector de Lima.
Guarda y Custodia de la ciudad de Lima
En 1715, se le nombra como como “Guarda y Custodia de esta ciudad”, Siendo declarado como patrono jurado de la Ciudad de los Reyes Lima. Esta decisión se apresuró por el clamor de la gente que vieron y escucharon todos los milagros atribuidos a la figura del Señor de los Milagros.
Comienza a celebrarse el mes de los milagros hasta la actualidad

En la actualidad, todo Lima se viste de morado y espera la primera semana del mes de octubre para iniciar con la celebración. Durante este mes, se realizan una serie de procesiones con la finalidad de que el Señor de los Milagros pueda recorrer gran parte de Lima. Al ser considerado como protector de Lima, el también conocido Señor de Pachacamilla, fue ganando más adeptos, llegando incluso a reportarse algunas ceremonias y procesiones fuera del territorio peruano.
Se puede encontrar procesiones, no solamente en Lima, sino también en regiones aledañas como el caso de Arequipa. Como vimos, esta devoción, con el pasar del tiempo, se convirtió en una tradición que se transfirió de generación en generación. Es que lo milagros fueron y son detalle importante. Aunque mucho se le atribuye el sanar enfermedades, algunos le atribuyen como principal milagro la conversión de diferentes personas en fieles de su devoción.
Durante la procesión toda la población de Lima acude de forma multitudinaria desde el primer sábado de octubre, fecha en la que inicia la celebración del Señor de los Milagros. Durante la procesión se hacen visitas a iglesias y monasterios. Durante su transcurso recibe el homenaje de gran mayoría de las instituciones como los municipios y hasta del presidente de la República del Perú.
¿Cuándo se celebra al Señor de los Milagros?
El Señor de los Milagros se celebra durante todo octubre. Las procesiones son:
- El primer sábado de octubre
- Los días 18, 19 y 28 de octubre
- La última procesión es el 1 de noviembre
Tradicionalmente, el primer sábado de octubre la imagen sale desde el Monasterio de las Nazarenas en el Centro de Lima para recorrer las calles de la ciudad y llega en la noche al Santuario de las Nazarenas. En la última procesión del 1 de noviembre sale del Santuario e ingresa al Monasterio hasta el próximo año.
Referencias:
noticias.iglesia.org.pe
www.machupicchuterra.com
www.peruhop.com
arzobispadodepiura.org
perucatolico.com
Puedes consultar ssobre el tema:
https://www.facebook.com/virgenesconsagradasrevista
Escribénos a: contactounpasoaldia@gmail.com
Nota importante: La publicidad que aparece en este portal es gestionada por Google y varía en función del país, idioma e intereses y puede relacionarse con la navegación que ha tenido el usuario en sus últimos días.
Estimado lector: ¡Gracias por seguirnos y leer nuestras publicaciones. Queremos seguir comprometidos con este apostolado y nos gustaría contar contigo, si está en tus posibilidades, apóyanos con un donativo que pueda ayudarnos a cubrir nuestros costos tecnológicos y poder así llegar cada vez a más personas. ¡Necesitamos de ti!
¡GRACIAS!

ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS
COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE
| 10/01/2022 | Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlos Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre “Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación”, del 16 de diciembre de 2017. En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas. Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís. Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio. Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación. Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado. Dr.Nicola Gori Postulatore della Causa. |
Deja un comentario