
Las reliquias de los santos son objetos sagrados para la iglesia católica y deben ser tratadas con el máximo cuidado y respeto. Se deben conservar en lugares adecuados, como altares o relicarios, y no deben ser objeto de comercio ni de uso profano.

La costumbre cristiana de venerar reliquias tiene a sus espaldas siglos de historia. Con estos objetos muchos bautizados recuerdan a hombres y mujeres de todos los tiempos que han testimoniado, de modo especial, su amor a Cristo y su fidelidad a la fe.
La costumbre cristiana de venerar reliquias tiene a sus espaldas siglos de historia. Con estos objetos muchos bautizados recuerdan a hombres y mujeres de todos los tiempos que han testimoniado, de modo especial, su amor a Cristo y su fidelidad a la fe. En ocasiones, sin embargo, se han producido desviaciones, engaños o excesos que falsean el sentido correcto que tienen las reliquias según la Iglesia.
La palabra “reliquia” viene del latín “reliquus” (restante) o “relinquere” (dejar). Reliquias son, pues, cosas que restaron o fueron dejadas. En ese sentido, la reliquia de un santo es aquello que restó de él o que él dejó.
¿Qué son las reliquias?
Las reliquias sonLas reliquias son objetos conectados a un santo y se pueden clasificar en tres clases. Una reliquia de primera clase es todo o parte de los restos físicos de un santo. Esto puede ser un trozo de hueso, un vial de sangre, un mechón de pelo o incluso el cráneo o el cuerpo incorrupto.
Una reliquia de segunda clase es cualquier objeto que el santo utilizase con frecuencia (ropa, por ejemplo). Una reliquia de tercera clase es cualquier objeto que haya tocado una reliquia de primera o segunda clase.
Los católicos conservan las reliquias de santos y se cree que la gracia de Dios fluye a través de dichos objetos hacia las almas devotas que los veneran.
¿En qué parte de la Biblia aparecen las reliquias?
El uso de objetos relacionados con una persona santa se remonta hasta el Antiguo Testamento. En él aparece un episodio del Libro Segundo de los Reyes, donde aparece el uso de reliquias.
“Eliseo murió y lo sepultaron. Ya entrado el año, vinieron bandas armadas de moabitas a la tierra. Aconteció que estaban unos sepultando a un hombre cuando súbitamente vieron una banda armada; entonces arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo. Pero tan pronto tocó el muerto los huesos de Eliseo, revivió y se puso en pie” (2 Reyes 13:20-21).
Incluso en el Nuevo Testamento aparece cómo Dios utiliza objetos para obrar curaciones. En el Evangelio de Marcos aparece cómo se cura una mujer al tocar el manto de Jesús.
“[…] cuando oyó hablar de Jesús se acercó por detrás entre la multitud y tocó su manto, porque decía ‘Si toco tan sólo su manto, seré salva’. Inmediatamente la fuente de su sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana de su azote” (Marcos 5:27-29).
Existen otros ejemplosExisten otros ejemplos en las vidas de los apóstoles donde se muestra claramente cómo Dios obra milagros a través de objetos conectados a un santo.
¿Las reliquias tienen poder?
Aunque la IglesiaAunque la Iglesia anima a la veneración de reliquias, es importante recordar que no es el objeto en sí el que ejerce la curación. Un trozo de hueso no puede curar a una persona con cáncer terminal. Sin embargo, Dios puede utilizar una reliquia de un santo para curar, de la misma forma que utilizó su manto para curar a la mujer con hemorragia. La reliquia es un instrumento del poder milagroso de Dios.
Comprender la fuente del poder evita que las personas veneren el objeto y eleva sus almas hacia Dios.
¿La Iglesia ha apoyado esta práctica a través de los tiempos?
La Iglesia ha defendido la veneración de reliquias desde el principio. Una carta escrita tras el martirio de san Policarpo en el 156 a. C. explica cómo los fieles veneraban sus huesos y tenían un cuidado especial con ellos.
“Y así nosotros, después, recogimos sus huesos, que son mucho más valiosos que piedras preciosas y que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado; donde el Señor nos permitirá congregarnos, según podamos, en gozo y alegría, y celebrar el aniversario de su martirio”.
¿Cuál es el significado de las reliquias en la iglesia católica?
En la Iglesia Católica, las reliquias son objetos sagrados que están relacionados con la vida de los santos y se consideran una conexión con su santidad. Las reliquias pueden ser fragmentos de huesos, cabello, ropa u otros objetos personales de los santos. La veneración de las reliquias es una práctica antigua en la Iglesia Católica y se considera una forma de honrar a los santos y pedir su intercesión ante Dios. La Iglesia Católica enseña que no se adoran las reliquias en sí mismas, sino que se veneran como una forma de honrar a los santos y a Dios. Además, se espera que se trate con cuidado y respeto a las reliquias, ya que son objetos sagrados y se consideran una conexión con la santidad de los santos.
¿Cómo se clasifican las reliquias de los santos?
Las reliquias de los santos en la Iglesia Católica se clasifican en tres categorías principales:
- Reliquias de primer grado: Son partes físicas del cuerpo de un santo, como huesos, cabello, uñas o dientes. Estas reliquias son consideradas las más sagradas y se encuentran en alta estima.
- Reliquias de segundo grado: Son objetos que han estado en contacto directo con el cuerpo del santo, como ropa, utensilios personales o artículos de devoción. Estas reliquias también son consideradas sagradas y se les atribuye la gracia y la protección del santo.
- Reliquias de tercer grado: Son objetos que han sido tocados o han estado en contacto con una reliquia de primer o segundo grado. Estas pueden incluir rosarios, medallas o estampas bendecidas. Aunque estas reliquias no tienen una conexión física directa con el santo, se cree que todavía pueden transmitir su poder espiritual y bendiciones.
Es importante destacar que la Iglesia Católica promueve el cuidado y el respeto adecuado de las reliquias de los santos. Estas reliquias son consideradas objetos sagrados y se utilizan para fomentar la devoción y la conexión con los santos como modelos de fe.
¿Cuál es el proceso para autenticar una reliquia en la iglesia católica?
El proceso para autenticar una reliquia en la iglesia católica puede variar dependiendo de la jerarquía eclesiástica y la importancia de la reliquia en cuestión. En general, se requiere una investigación exhaustiva para verificar la autenticidad de la reliquia y su conexión con el santo al que se atribuye.
Para autenticar una reliquia, se debe seguir un proceso riguroso que incluye la verificación de su procedencia, la realización de pruebas científicas y la revisión de documentos históricos. Además, se debe contar con la aprobación de la autoridad eclesiástica competente, que puede ser el obispo local o la Congregación para las Causas de los Santos en Roma.
Es importante destacar que la iglesia católica tiene un gran cuidado y respeto por las reliquias de los santos, ya que son consideradas como una conexión tangible con la santidad y un testimonio de la fe. Por lo tanto, cualquier proceso de autenticación debe ser llevado a cabo con el mayor cuidado y respeto posible.
¿Cuál es la importancia de las reliquias en la devoción católica?
Las reliquias son objetos o restos físicos de santos o mártires que son venerados por los fieles católicos. En la Iglesia Católica, la importancia de las reliquias radica en que se consideran una conexión tangible con los santos y una forma de acercarse a ellos para pedir su intercesión en la oración. Además, las reliquias son un recordatorio de la vida y el ejemplo de los santos, y su presencia en una iglesia o capilla puede inspirar a los fieles a seguir su ejemplo de santidad y virtud. Es importante que las reliquias sean tratadas con cuidado y respeto, ya que son consideradas sagradas y deben ser tratadas con el mismo respeto que se le da a la persona a la que pertenecieron.
¿qué decir de las reliquias directas?
Un pedazo de carne o un fragmento de hueso de un santo es una parte, un elemento constitutivo de la propia persona del santo. Y está en unión – no viva, mas sin embargo profunda, de carácter metafísico –, con el alma del santo en el Cielo. Esa reliquia es, pues, parte de una persona que se encuentra en el Cielo.
De tal manera que, cuando el santo resucite, ese fragmento se incorporará a su cuerpo y pasará al estado glorioso. ¡Ese pedazo de carne y esos huesos que se encuentran en nuestros relicarios se unirán nuevamente al cuerpo resucitado del santo, y darán gloria a Dios durante toda la eternidad en el Paraíso!
Por lo tanto, se comprende cómo tales fragmentos valen más que cualquier otra reliquia indirecta, pues son, en cierto sentido, la presencia física del propio santo entre nosotros.
Cuidados que debemos tener al rendir culto a las reliquias
Es necesario tenerEs necesario tener siempre en mente todo lo que acaba de ser dicho, para entender cómo una reliquia es un tesoro.
Cabe aquí hacer una aplicación concreta acerca del modo de guardarlas y de venerarlas.
No es correcto conservar las reliquias abandonadas en gavetas, en medio de otros objetos: repelentes contra mosquitos, remedios, curas, etc., y chocándose con ellos, reliquias de tres o cuatro santos. Esa es una forma muy incorrecta de tratarlas.
Si no se dispone de recursos, es necesario tener una caja pequeña, aunque sea de cartón, pero enteramente separada, colocada preferiblemente en un lugar donde no haya otros elementos, para guardar en ella todas las reliquias juntas, en vez de mantenerlas separadas en los locales más dispares.
Por lo tanto, todas deben estar reunidas y ser objeto de nuestro culto.
¿Cómo prestarles veneración?
Por lo menos de la siguiente forma: todos los días, en la mañana y en la noche, besar las reliquias que tenemos, para pedir la intercesión de esos santos a nuestro favor. Debemos procurar conocer sus biografías, a fin de darnos bien cuenta de quién está allí presente, y rendirles de esa forma el culto merecido a través de sus reliquias.
Por lo tanto, resumiendo:
1) Guardarlas dignamente – no quiere decir lujosamente;
2) Rendirles culto. Y para hacerlo bien, sugiero que éste se transforme en una rutina que consista, por ejemplo, en besar todos los días las reliquias, en la mañana y en la noche. Es triste tener una reliquia abandonada en la casa, desprovista de culto o devoción. Ahí sería el caso de dársela a otra persona que la honre, ¡pues no se comprende que el santo esté allí presente, con un elemento constitutivo de su propia persona, y no sea objeto de nuestra veneración!
Aún hay un último punto para considerar:
¿se pueden cargar las reliquias consigo?
Sí, desde que se tenga el cuidado necesario para no perderlas y con la prudencia necesaria y siempre con el cuidado necesario.
Escribénos a: contactounpasoaldia@gmail.com
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ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS
COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE
| 10/01/2022 | Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlos Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre “Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación”, del 16 de diciembre de 2017. En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas. Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís. Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio. Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación. Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado. Dr.Nicola Gori Postulatore della Causa. |
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