En el pasado, en países como el Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Francia y Cuba, celebrar el nacimiento de Jesús era considerado un delito grave. Aquellas personas que eran sorprendidas celebrando esta festividad podían ser encarceladas como castigo. Esta situación refleja la importancia histórica y cultural de la festividad de Navidad, así como los cambios en las actitudes hacia la celebración de esta tradición a lo largo del tiempo.
La Navidad en occidente se ha convertido en una festividad cristiana diluida y carente de sentido religioso. En el hemisferio norte, el frío y la nieve complican las celebraciones, mientras que en el hemisferio sur el calor sofocante marca el inicio de la temporada estival. El “espíritu de la Navidad” se resume en compras frenéticas, atascos en las rutas, listas de invitados, y la preparación de comida y bebida. A pesar de esto, la celebración debería estar marcada por la alegría y el gozo por el nacimiento de Jesús, el Mesías, el Señor.
Prohibida en Inglaterra
Durante el siglo XVII, la celebración de la Navidad el 25 de diciembre estuvo prohibida en Inglaterra y sus territorios de ultramar durante 17 años. En esa época, se declaró oficialmente como “día laborable”, por lo que se prohibió emborracharse, comer en exceso e incluso las reuniones familiares. Las tiendas estaban obligadas a permanecer abiertas y también se prohibió decorar las casas. Estas restricciones estuvieron en vigor durante ese periodo, lo que demuestra que la celebración de la Navidad no siempre ha sido aceptada como una festividad religiosa y civil en todos los lugares y momentos de la historia.
Oliver Cromwell fue el responsable de la prohibición de la celebración de la Navidad en Inglaterra, la cual estuvo vigente desde 1643 hasta 1660. Cromwell y otros miembros del parlamento inglés declararon ilegal cualquier forma de celebración navideña, ya que el gobierno puritano consideraba que los festejos eran paganos y carecían de justificación bíblica, dado que no hay evidencia de que Cristo hubiese nacido el 25 de diciembre.
El parlamento inglés aprobó una ley que declaraba el 25 de diciembre como un “día laborable”, lo que implicaba que las tiendas y negocios debían permanecer abiertos, y se prohibía acudir a cualquier acción u ofrenda religiosa en las iglesias vinculada a esa festividad.
Esta prohibición tuvo grandes consecuencias, ya que no todos los ciudadanos del Reino Unido eran puritanos. Muchos pertenecían a la Comunión Anglicana, pero también había luteranos, calvinistas, católicos, entre otros. La medida generó tensiones y conflictos debido a las diferencias religiosas en la población.
Massachusetts, Estados Unidos de Norte América
En Massachusetts, en 1659, la Navidad fue oficialmente prohibida por el tribunal general de las colonias en varias comunidades de Estados Unidos, incluyendo Virginia, Massachusetts, New Hampshire, Maryland, Connecticut, Rhode Island, Delaware, Carolina del norte, Carolina del sur, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Georgia. La prohibición también incluyó la celebración del año nuevo y otras festividades. Se impusieron multas de cinco chelines a quienes fueran encontrados festejando o celebrando la fecha. El Reverendo Increase Mather expresó su desaprobación hacia la celebración de la Navidad en un escrito de 1680.
La prohibición se debió a consideraciones religiosas y morales, con el tribunal considerando que la celebración de la Navidad era una deshonra para el nombre de Cristo. Se argumentaba que la mayoría de las personas pasaban los días de fiesta en actividades consideradas inapropiadas, como juegos de azar, consumo excesivo de alcohol y alegría desenfrenada.
La festividad de Navidad regresó junto con la monarquía en Inglaterra y no fue hasta mediados del siglo XIX que se volvió popular en Boston. Finalmente, en 1870, la Navidad se convirtió en un día festivo federal en Estados Unidos bajo el mandato del presidente Ulysses Grant, impulsado en parte por oportunidades comerciales y el respeto a las libertades individuales y de culto.
Escocia
En Escocia, la prohibición de la celebración de la Navidad duró casi 100 años. Sin embargo, paradójicamente, esta restricción provocó que la Navidad se volviera más popular que antes, ya que lo prohibido suele resultar tentador para las personas.
La Revolución Francesa también tuvo un impacto en la cancelación de la Navidad, así como en la supresión de la religión y del calendario. En 1793, el consejo de París estableció una nueva religión en la catedral de Nôtre Dame de París, adorando a la “diosa razón”. Para ello, se construyó un trono en el templo y se sentó a la cantante de ópera Mademoiselle Maillard como representante de la diosa razón. Además, se celebró el día del nacimiento de esta nueva divinidad el 25 de diciembre, mutando así la celebración de la Navidad cristiana por la celebración del nacimiento de la diosa razón.
Incluso en tiempos más recientes, hace apenas cien años en el continente, la celebración navideña también fue prohibida en ciertas circunstancias.
Alemania
Durante el nazismo en Alemania, la celebración de la Navidad fue modificada para adaptarse a las leyes de pureza del régimen nazi. El nacimiento de Jesús, un judío en Palestina, no encajaba en la ideología nazi, por lo que se cambió el simbolismo navideño. La Navidad fue renombrada como el festival “Julfest”, centrado en el solsticio de invierno. Se enseñaba que la esvástica era un antiguo símbolo del sol y que Papá Noel era una reinvención cristiana del dios germánico Odín. La Sagrada Familia fue representada con iconografía aria, con María como una mujer rubia de cabello largo, José fornido y musculoso, y Jesús como un niño rubio de ojos celestes. Los villancicos también fueron modificados para eliminar referencias a Dios, Cristo o el nacimiento de Jesús. Esta transformación buscaba alejar la celebración de la influencia judía y volver a los dioses nórdicos. A pesar de esto, la mayoría de los clérigos luteranos y católicos se opusieron a estos cambios. Finalmente, con la derrota del nacional-socialismo, esta transformación de la celebración navideña llegó a su fin.
La antigua Unión Soviética
En los países miembros de la antigua Unión Soviética, la celebración de la Navidad fue prohibida de manera estricta. Sin embargo, tras la caída del muro de Berlín, la celebración del nacimiento de Jesús, al igual que otras festividades religiosas de cada país, volvieron a ser permitidas y celebradas. Este cambio marcó un retorno a la libertad de práctica religiosa en la región después de años de restricciones impuestas por el régimen soviético.
La revolución cubana
El 2 de enero de 1969, Fidel Castro eliminó las fiestas navideñas en Cuba, declarando días laborables la Navidad, Año Nuevo y Reyes. Además, prohibió cualquier tipo de decoración alusiva a estas festividades. En su lugar, se propuso celebrar esos días festivos en torno al 26 de julio, fecha fundacional de la revolución cubana. Esta medida generó controversia a nivel internacional, con titulares que afirmaban que “Fidel Castro trasladaba la Navidad al 26 de julio”, aunque en realidad los días mencionados serían no laborables.
La ausencia de mención de la festividad navideña caló hondo en el pueblo cubano, llegando al extremo de que durante la visita del Papa Juan Pablo II, un cubano entrevistado para la TV sueca afirmó que “el 25 de diciembre fue cuando crucificaron a Cristo”, evidenciando la pérdida de la tradición navideña.
Treinta años después, Fidel Castro restableció las fiestas de Navidad como celebración no laborable y autorizó la entrada a la isla de cuarenta sacerdotes, religiosos y religiosas extranjeros para realizar su trabajo pastoral en distintas diócesis.
Sin embargo, tras la muerte de Fidel Castro, el régimen cubano declaró “luto extendido”, prohibiendo cualquier tipo de celebración en espacios públicos y privados, incluyendo los festejos por Navidad y Año Nuevo durante ese año.
En la actualidad, en varios países la celebración de la Navidad solo está permitida en ámbitos privados o en templos. En algunos países, la festividad está totalmente prohibida, como es el caso de Arabia Saudita, Argelia, Irán, Tayikistán, Corea del Norte, Brunei, China, Tailandia y Somalía. En estos lugares, la celebración pública de la Navidad no está permitida y puede estar sujeta a sanciones legales.
La Unión Europea
La Unión Europea emitió un documento llamado “Union of Equality” de 32 páginas, el cual abordaba el trato inclusivo hacia las minorías étnicas y religiosas en los países miembros. En este escrito se planteaba que el saludo “Feliz Navidad” utilizado en la mayoría de los países miembros, mayoritariamente cristianos, no era inclusivo, ya que representaba solo a un sector de la sociedad europea. Por lo tanto, se proponía cambiar este saludo por “felices fiestas” para mostrar más respeto a las minorías étnicas y religiosas.
Además, se sugería a los países miembros evitar el uso de nombres con referencias religiosas cristianas o propios de un culto, con el fin de respetar las creencias de las minorías y evitar conflictos éticos y morales.
Estas pautas generaron controversia, ya que algunos gobiernos defendieron que la mayoría de los países de la Unión Europea son mayoritariamente cristianos y que el hecho de celebrar conmemoraciones religiosas no ofende a las minorías, e incluso estas celebraciones a menudo son apoyadas y promovidas por ellas.
El papa Francisco expresó su preocupación por la tendencia de diluir la laicidad y eliminar las referencias cristianas en la Unión Europea, comparándolo con anacronismos históricos como las dictaduras de Napoleón, la Alemania nazi y la Unión Soviética. Advirtió sobre el riesgo de divisiones y colonizaciones ideológicas en la Unión Europea si no se preservan los ideales de unidad y grandeza de los padres fundadores.
Estas declaraciones desencadenaron un escándalo, lo que llevó a un portavoz de la Unión Europea a aclarar que no estaban prohibiendo el uso de la palabra “Navidad” y que celebrar la Navidad y usar símbolos cristianos forma parte de la rica tradición europea. La comisaria de la Unión Europea para la igualdad, Helena Dalli, admitió que el documento interno que generó la polémica no era maduro y fue retirado para revisión. Reconoció que “no es un documento maduro, por lo tanto, lo retiro y seguiremos trabajando sobre el el escrito”.
Buenos Aires
En la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, los gobiernos municipales, incluido el de la Ciudad Autónoma, evitan hacer referencia directa al nacimiento de Jesús al celebrar la Navidad. Consideran que desear “Feliz Navidad” podría ser exclusivo para los cristianos, dejando de lado a los miembros de otras religiones o ateos. Estas decisiones se basan en el pluralismo religioso y étnico de los grandes centros urbanos.
La ley uruguaya
“Eliminó” la Navidad del calendario oficial hace más de 100 años
Desde 1919, la ley uruguaya no reconoce el feriado de Navidad, el Día de Reyes, la Semana Santa ni el Día de la Virgen en el calendario oficial. A pesar de esto, estas fechas siguen siendo celebradas de manera significativa. En el calendario oficial, estas fechas tienen otras denominaciones: la Navidad es el Día de la Familia, el Día de Reyes es el Día de los Niños, la Semana Santa es la Semana de Turismo y el Día de la Virgen es el Día de las Playas.
La secularización de los feriados religiosos es solo una de las múltiples acciones que llevó adelante Uruguay entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX para separar completamente al Estado de la Iglesia católica. Este proceso es tan singular en la región que se ha convertido en un caso de estudio para los académicos.
Cómo Uruguay se deshizo de los símbolos religiosos
El proceso de secularización en el país marcó un hito significativo en 1861, alrededor de 30 años después de la aprobación de la primera Constitución. En ese año, los cementerios, anteriormente controlados por la Iglesia, pasaron a estar bajo la autoridad del Estado. Desde entonces, la institución católica fue perdiendo poder real y simbólico hasta que en 1917 se aprobó una Constitución que separó formalmente a la Iglesia del Estado y garantizó la libertad de culto.
En 1885 se estableció como obligatorio el matrimonio civil antes del religioso. Posteriormente, en 1907, se aprobó la ley de Divorcio y se eliminaron las referencias a Dios y los evangelios en el juramento de los parlamentarios. Un año antes, se decidió retirar todos los crucifijos de los hospitales públicos.
En 1909, Uruguay tomó una decisión significativa al suprimir la enseñanza de la religión en las escuelas públicas. Esta medida fue parte de la visión de José Pedro Varela, defensor de la educación laica, gratuita y obligatoria en el país. Varela expresó el espíritu que guió las decisiones políticas de la época, enfatizando la importancia de la justicia y la libertad en el futuro de Uruguay.
Aunque el proceso no fue uniforme, académicos como Roger Gaymonat señalan que las primeras decisiones no necesariamente tenían la intención de laicizar al país. Sin embargo, a partir de 1885 se desató una “tormenta anticlerical” y durante los primeros años del siglo XX hubo una ofensiva liderada por el presidente José Batlle y Ordóñez, quien gobernó en dos periodos entre 1903 y 1915, y que moldearía el Uruguay moderno.
Sí se decoran los árboles y se come pan dulce
La Navidad ya no está incluida en la ley, pero sigue siendo celebrada en las calles de las ciudades uruguayas, con árboles de Navidad y luces de colores. A diferencia de otros países más identificados con el catolicismo, en Uruguay no suelen estar acompañadas de belenes en espacios públicos. La Navidad es una fecha de festejo entre familia y amigos, y los cristianos practicantes también asisten a celebraciones en las iglesias.
Después de 103 años, el reemplazo de la Navidad por el Día de la Familia en los calendarios puede reflejar mejor el espíritu de la celebración hoy en día, incluso más de lo que se imaginaba en aquel entonces.
Los países en los que no se celebra la Navidad
Brunéi
La celebración de la Navidad está prohibida en ciertos lugares desde 2014, ya que va en contra de la fe islámica. Las autoridades del Estado impusieron una prohibición contra la Navidad, castigando hasta con cinco años de prisión a las personas que celebren la festividad cristiana.
Tailandia
Tailandia, es conocido por ser un país laico con una fuerte influencia del budismo. A pesar de no ser un país de tradición cristiana, debido al gran número de turistas que recibe, algunos hoteles y restaurantes en Tailandia organizan cenas navideñas para los visitantes. Esto se debe a la popularidad de Tailandia como destino turístico, donde se busca satisfacer las preferencias y necesidades de visitantes de diversas culturas y religiones.
Irán
En Irán, la Navidad no se celebra debido a que la mayoría de sus ciudadanos son musulmanes. Sin embargo, los cristianos en Irán están representados principalmente por las minorías asirias y armenias. Estas comunidades cristianas son una minoría en el país, donde la religión predominante es el islam.
Tayikistán
El 98% de la población de este país es musulmana, lo que lo convierte en una nación predominantemente musulmana. Además, este país fue uno de los últimos en prohibir la celebración de la Navidad. Como resultado, disfrazarse de Papá Noel podría ocasionar problemas con las autoridades locales.
Somalia
Desde 2009 adoptaron la sharía como religión de Estado y a partir de 2015 se prohibió cualquier celebración por fuera de la ley. Su cultura islámica está constituida mayormente de musulmanes.
China
En 2018, las autoridades chinas emitieron una orden en la que instruían a los ciudadanos a promover la cultura y tradiciones chinas, al mismo tiempo que excluían las celebraciones occidentales como la Navidad, considerándolas una ofensa para las tradiciones ancestrales. Aquellos que desobedezcan estas reglas estarán sujetos a multas.
Israel
A pesar de ser la cuna del cristianismo, no se celebra la Navidad. Se realiza una fiesta llamada Hanukkah, que conmemora la victoria de los macabeos sobre los griegos y la purificación del templo.
Corea del Norte
En el año 2016 se censuró cualquier reunión donde se consuma alcohol, se realicen cantos o bailes. Las religiones más comunes son el budismo, el chondoísmo, el taoísmo, el confucianismo y cultos chamánicos tradicionales.
Arabia Saudita
En algunos países musulmanes, la celebración de la Navidad está prohibida y aquellos que la realicen pueden ser detenidos. Esta restricción se basa en las leyes y prácticas religiosas de dichos países, que prohíben la observancia de festividades no musulmanas. Aquellos que deseen celebrar la Navidad en estos países deben ser conscientes de estas restricciones y considerar las posibles consecuencias legales.
A lo largo de la historia, los políticos han intentado descristianizar la celebración de la Navidad con notable esfuerzo, pero nunca lograron plenamente su cometido. A pesar de los intentos, no se ha escuchado que personas no cristianas se quejen de la celebración pública de la Navidad. Se menciona que otras religiones como el judaísmo, el islam y las tradiciones orientales tienen sus propias festividades públicas, y todos parecen estar felices sin quejas.
A pesar de los esfuerzos de los políticos por hacer olvidar al pueblo la celebración de la Navidad, se destaca que estos esfuerzos son inútiles. A lo largo de los siglos, se han intentado persecuciones, matanzas y destrucción de iglesias, pero no han logrado eliminar la celebración de la Navidad. Se enfatiza que la Navidad se celebrará de todas formas, ya sea para recordar el nacimiento de Jesús o para celebrar la amistad y la vida. En ambos casos, se destaca que todos estarán celebrando la vida, que siempre retorna a nosotros.
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ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS
COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE
| 10/01/2022 | Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlos Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre “Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación”, del 16 de diciembre de 2017. En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas. Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís. Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio. Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación. Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado. Dr.Nicola Gori Postulatore della Causa. |
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