Un camino de Fe

Carlo Acutis, Papa Francisco, Santos

La Importancia de Orar por los Difuntos y las Tres Preciosas Oraciones

Orar por los difuntos es un acto de amor y misericordia que ayuda a las almas en su tránsito hacia la vida eterna. 


La Importancia de Orar por los Difuntos y las Tres Preciosas Oraciones

La muerte es una realidad inevitable que a todos nos toca enfrentar, pero para quienes profesamos la fe cristiana, no es un final definitivo, sino el paso hacia una vida eterna junto a Dios. En este tránsito, las oraciones de los vivos juegan un papel fundamental para ayudar a las almas de nuestros seres queridos que han partido. Orar por los difuntos es una obra de misericordia espiritual que refleja nuestro amor, esperanza y confianza en la infinita misericordia de Dios.

¿Por qué debemos orar por los difuntos?

La Iglesia Católica enseña que, aunque la muerte separa el cuerpo del alma, la comunión entre los fieles vivos y los difuntos permanece intacta. Las almas que han partido pueden estar en el purgatorio, un estado temporal de purificación para alcanzar la pureza necesaria para entrar al cielo. En este proceso, nuestras oraciones, sacrificios y misas ofrecidas por ellos son un apoyo invaluable que acorta su sufrimiento y acelera su encuentro definitivo con Dios.

Además, orar por los difuntos es una expresión de gratitud por el legado espiritual y el amor que nos dejaron en vida. Es también una manifestación de esperanza y fe en la resurrección y en la promesa de vida eterna que Jesús nos hizo.

La devoción de las Tres Preciosas Oraciones: un camino de esperanza y consuelo

Entre las múltiples formas de orar por las almas, destaca la devoción de las Tres Preciosas Oraciones, una tradición que ha acompañado a la Iglesia desde hace siglos. Esta devoción tiene su origen en una conmovedora historia que nos enseña el poder transformador de la oración y la misericordia divina.

Hace mucho tiempo, un Papa en Roma, abrumado por sus pecados y temeroso de la condenación eterna, cayó gravemente enfermo. En su lecho de muerte, buscó consuelo entre cardenales, obispos y sacerdotes, preguntando qué esperanza tenía para su alma. Fue entonces cuando un sacerdote llamado Juan le propuso rezar tres oraciones especiales, con la confianza puesta en la misericordia de Dios.

Estas oraciones, que combinan súplica, reconocimiento del amor infinito de Jesucristo y petición de perdón, fueron rezadas con fe y devoción. Tras la muerte del Papa, el sacerdote continuó rezando hasta la tercera hora, momento en que el alma del Papa se apareció ante él, radiante y feliz, confirmando que gracias a esas oraciones había sido perdonado y recibido en el Reino de los Cielos.

Esta historia no solo nos muestra el poder de la oración por los moribundos, sino que también nos invita a practicar esta devoción con confianza, sabiendo que nuestras plegarias pueden alcanzar la misericordia de Dios para quienes están en su último momento.

Las Tres Preciosas Oraciones

Estas oraciones son especialmente útiles para el moribundo y deben repetirse con frecuencia como un acto suplicante a la misericordia de Dios. A continuación, te compartimos las oraciones en su texto original para que puedas rezarlas o acompañar a un ser querido en su tránsito final.

Primera Oración

¡Señor Jesucristo! siendo tú el Hijo de Dios y también el hijo de la Santísima Virgen María, eres Dios y Hombre. Abrumado de gran temor ha sudado sangre en el Huerto de los Olivos, para darnos la paz. Sabemos también que ofreciste todos tus sufrimientos a Dios, tu Padre celestial, por nosotros y por la salvación de este pobre moribundo… No obstante, si por culpa de sus pecados él merece ser castigado con la condenación eterna, te suplicamos perdonar todas sus culpas. Oh Padre eterno, te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor, tu muy amado Hijo que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo ahora y siempre. Amén.

Segunda Oración

¡Señor Jesucristo! Humildemente muriendo en la cruz por nosotros, sometiste tu voluntad completamente a la voluntad de tu Padre celestial, para traernos la paz. También ha ofrecido tu santa muerte al Eterno Padre en rescate de… (nombre del moribundo)… y para ocultar de su vista el castigo merecido por sus pecados. ¡Oh Padre Eterno! Escúchanos y perdónalo, te suplicamos, te lo pedimos por tu único Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina ahora y siempre contigo, en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Tercera oración

¡Señor Jesucristo! Después de haber guardado silencio, hablaste por la boca de los Profetas, diciendo: «Te he atraído a mí, a través del eterno amor.» Este mismo amor te ha traído del cielo al seno virginal de María Santísima. Después has venido a este Valle de lágrimas, al mundo indigente. Este mismo amor, Jesús mío, te detuvo en este mundo terrestre por 33 años. Además, para rubricar este tremendo amor, has entregado tu Sagradísimo Cuerpo como manjar verdadero y como bebida verdadera tu Preciosísima Sangre. Aún como si todo esto fuese poco, mi buen Jesús, nos diste otras señales de tu gran amor. Es decir, te has dejado aprendido ser y llevado preso. Durante tu Sagrada Pasión fuiste arrestado de tribunal a tribunal y de un juez a otro. Además, te has sometido a ser condenado a muerte, a morir en la cruz ya ser sepultado. Todo esto ha hecho para demostrar tu profundo amor a nosotros. Habiendo resucitado al tercer día, apareciste a tu santísima madre ya todos los santos Apóstoles. Luego, manifestando tu inmenso amor, oh dulce Salvador, has subido al cielo por virtud de tu propia omnipotencia. Y estás sentado a la diestra de tu Padre celestial, el Dios eterno. Luego, oh Jesús, al demostrar tu infinito amor, has enviado al Espíritu Santo para encender los corazones de los Apóstoles y de todos los que creen y esperan en ti. Por estas señales de amor eterno, confiadamente esperamos alcanzar de tu bondad todo género de Gracia. Oh buen Jesús, abre el cielo hoy día este pobre moribundo… Perdona todos sus pecados y llévalo al reino de tu Padre celestial para gozar felizmente contigo, ahora y siempre. Amén.

El Poder Transformador de Estas Oraciones

La aparición del alma del Papa a Juan, el sacerdote que rezaba, fue un testimonio vivo del poder de estas oraciones. El alma explicó que mientras se rezaba la primera oración, muchos de sus pecados fueron borrados como gotas de lluvia que caen del cielo. Con la segunda oración, su alma fue purificada como el oro en el fuego. Y con la tercera, pudo ver el Cielo abierto ya Jesucristo invitándolo a entrar en el Reino eterno.

Esta historia nos recuerda que, aunque una persona haya cometido muchos pecados, la misericordia de Dios es infinita y puede alcanzarla si hay arrepentimiento sincero y oración ferviente.

Además, el Papa reveló que estas oraciones, si se rezan en presencia de un moribundo con verdadero dolor de sus pecados, pueden:

  • Obtener el perdón total de sus culpas.
  • Liberar al alma de las penas del purgatorio.
  • Proteger a quienes las recitan o escuchan de una muerte infeliz.
  • Conceder indulgencias que alivian el sufrimiento temporal.
  • Revelar anticipadamente la hora de la muerte para que la persona pueda prepararse espiritualmente.

Por estas razones, estas oraciones fueron llevadas a la Basílica de San Pedro y colocadas en un altar especial, para que todos los fieles puedan acceder a esta gracia espiritual.

¿Cómo podemos aplicar esta devoción hoy?

  • Rezar por nuestros difuntos: Incluye estas oraciones en tus plegarias por familiares y amigos que han partido.
  • Acompañar a los moribundos: Si conoces a alguien en su última hora, recita estas oraciones a su lado o haz que las escuches.
  • Comparte esta devoción: Difunde esta historia y las oraciones para que más personas conozcan el poder de la oración por los difuntos.

Un acto de amor

Orar por los difuntos es un acto de amor que fortalece nuestra fe y esperanza en la vida eterna. Las Tres Preciosas Oraciones nos enseñan que la misericordia de Dios es más grande que cualquier pecado y que nuestras oraciones pueden ser un puente de salvación para las almas en su tránsito final.

No dejemos de orar por quienes nos han dejado, confiando en que, a través de la oración, podemos ayudar a alcanzar la paz eterna y la felicidad en el Reino de Dios.

En unpasoaldia.com te invitamos a vivir esta hermosa devoción ya fortalecer tu fe con la certeza de que la oración tiene poder para transformar vidas, incluso después de la muerte. con su magisterio pastoral. Que su ejemplo nos impulsa a dar un paso al día hacia la santidad, conscientes de que el Cielo, el Infierno, el Purgatorio y la realidad del demonio son realidades que no podemos ignorar.

Para profundizar
Puedes conocer más sobre las exposiciones de Carlo Acutis y su legado en:

https://unpasoaldia.wordpress.com/2022/02/08/los-milagros-eucaristicos-el-tesoro-del-beato-carlo-acutis/

[Publicado en unpasoaldia.com – Un espacio de reflexión cristiana para el caminante de hoy]

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