Un camino de Fe

Evangelio del día

Reflexión al Evangelio de Hoy MARTES 20 de junio.

“Él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.”

MARTES 20  DE JUNIO 
UNDÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Oh Dios, refugio nuestro en las dificultades, fuerza en las debilidades y consuelo en el llanto, perdona a tu pueblo, para que, corregido con las penas merecidas, en tu misericordia encuentre, finalmente, el alivio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya

«Les doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-: que se amen uno a otros, como yo los he amado» (Jn 13, 34).

R/. Aleluya, aleluya, aleluya

Evangelio

Lectura del santo evangelio según SAN MATEO

Mateo 5, 43-48

“Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores, así serán hijos del Padre que está en el cielo.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.

Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.

P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús

MEDITACIÓN

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen. Esta es la novedad cristiana. Es la diferencia cristiana. Rezar y amar: esto es lo que debemos hacer; y no sólo por los que nos aman, por los amigos, por nuestra gente. Porque el amor de Jesús no conoce límites ni barreras. El Señor nos pide la valentía de un amor sin cálculos. Porque la medida de Jesús es el amor sin medida. (…) Amad a vuestros enemigos. Hoy nos haría bien, durante y después de la Misa, repetirnos a nosotros mismos estas palabras y aplicarlas a las personas que nos tratan mal, que nos molestan, que nos cuesta aceptar, que nos quitan la serenidad. Amad a vuestros enemigos. Nos haría bien preguntarnos también: “¿Qué me preocupa en la vida: mis enemigos, quien me aborrece, o amar?”. No te preocupes de la maldad de los demás, o del que piensa mal de ti. En cambio, comienza a transformar tu corazón por amor a Jesús. Porque quien ama a Dios no tiene enemigos en el corazón. El culto a Dios es lo opuesto a la cultura del odio. Y la cultura del odio se combate enfrentando el culto a la lamentación. ¡Cuántas veces nos quejamos por lo que no recibimos, por lo que está mal! Jesús sabe que muchas cosas están mal, que siempre habrá alguien que no nos quiera, e incluso alguien que nos perseguirá. Pero nos pide sólo que recemos y amemos. (Homilía, Bari, 23 de febrero de 2020)

SS Francisco
https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/06/09/oraciones-para-consagrarse-al-sagrado-corazon-de-jesus/

Si se vive esta bondad del Padre, se notará ser sus hijos. Ese sería el espíritu de hijos de Dios que hace posible al cristiano descubrir a un hermano”

En el Antiguo Testamento, en el libro del Levítico (cf. Lev 19,18), se halla formulada la ley del amor al prójimo, recordando que prójimo se limitaba a los miembros del pueblo de Israel y a quienes de alguna manera se incorporaron a dicho pueblo, es decir, de la misma raza o nación. La otra parte, donde dice “odiarás a tu enemigo” no se halla escrita en ninguna parte de la Biblia. Era una deducción que hacían los judíos como consecuencia de la primera afirmación, pues quienes no eran del pueblo de Dios eran idólatras, y así, enemigos de Dios. Entonces, ya que los judíos no conocían un término medio entre amor y odio, ese sentimiento que tenían hacia los no judíos lo formularon con el término de odio. “Odiarás a tu enemigo”, se podría traducir por “no tendrías por qué amar a tu enemigo”.

Sin embargo, Jesús eleva el principio del amor al prójimo, que estaba limitado por los judíos hacia los miembros del pueblo de Israel, a una categoría universal, no haciendo ninguna distinción entre las personas. Si no se hace de esta manera, entonces equivaldría quedarse al nivel de los publicanos (los pecadores públicos) que, por solidaridad, estaban unidos entre sí y se amaban, o al nivel de los paganos. Parte de un principio aceptado por los judíos: “debe imitarse la conducta de Dios”, para establecer un principio del amor universal. Pues Dios no hace distinción, hace salir el sol para todos, sobre buenos y malos. Es una nueva visión e interpretación sobre Dios, porque los judíos creían que tenían preferencia ante Él.

Quién sabe si nos contentamos con el precepto hebraico solamente. Puede ser que estemos ya contentos por no odiar, con no querer mal, con no hacer el mal, todas formas negativas de expresarse. Sin embargo, Jesús con el amor que nos manda es sumamente positivo. Si seguimos sólo lo negativo, no estaríamos respondiendo a lo que el Evangelio nos pide. Entiéndase que para el cristiano el concepto de “prójimo” es universal: si es que todo ser humano es un hijo de Dios, o está llamado a serlo, tiene la vocación para esa filiación divina, es un hermano nuestro, y siendo un hermano, es nuestro prójimo.

Ciertamente que, entre esos hermanos, entre esos prójimos, se encuentran quienes no nos quieren, incluso, quienes nos molestan, y pensar que también esos son nuestro prójimo. De ahí que Jesús nos detalla la proyección de este amor al prójimo, cuando explicita, que debemos amar a los que nos odian y persiguen, a quienes nos maldicen o nos calumnian y a quienes están dispuestos a hacernos todo el mal que pudieran. Si bien, es imposible lograrlo humanamente, Dios nos ayuda a poder alcanzar ese grado de generosidad, como Él lo hizo perdonando hasta a sus verdugos. Fomentemos en nuestros corazones el amor a nuestros enemigos o a quienes nos hacen daño, no excluyéndolos de las muestras externas de respeto en nuestras conversaciones, en nuestro trato con ellos y en las oraciones que hacemos todos los días ofreciéndolas por ellos. La última prescripción se expresa de modo imperativo, obligando a los creyentes a la perfección. Dicha perfección apunta a que nuestra

vida y nuestras acciones y actitudes lleguen a ser una unidad. Y todo para Dios, sin distinciones ni parcelaciones en el campo de la vida humana. Esta exhortación de Jesús “sean perfectos” podemos entenderla incluso como “sean plenos”. Y esa plenitud de Dios es el amor, en donde no se rechaza a nadie, ni si es alguien que nos haya hecho daño, ni si fuere un enemigo. Esto sería vivir en plenitud, un amor oblativo, una caridad que tiene en cuenta a todos, sin dejar a nadie fuera. Sabemos que humanamente es imposible llegar a amar al enemigo, pero con la gracia del Espíritu Santo se podría lograr, ya que es Dios quien nos hace plenos de amor.

Esa magnanimidad de corazón, que supone el amor a los propios enemigos o a los que nos hicieron daño, será un fruto, al par que una manifestación de que somos hijos de Dios. Esa será la forma a través de la cual los demás reconocerán que somos hijos de Dios, que somos cristianos. Sabemos que la bondad de Dios es esencial y con ella abarca y ama a todos los hombres y a todos los beneficia con los dones naturales y sobrenaturales: hace salir el sol para los buenos y malos, a todos ofrece la gracia divina.

Si se vive esta bondad del Padre, se notará ser sus hijos. Ese sería el espíritu de hijos de Dios que hace posible al cristiano descubrir a un hermano, inclusive a aquel que lo está persiguiendo. De ahí que Jesús nos presenta al Padre como modelo de toda perfección. Que podamos tender permanentemente hacia el Padre para vivir su santidad, dejándonos amar por su Espíritu, que podamos esforzarnos siempre por vivir en nosotros la misma vida del Padre y nos haga realmente sus hijos, participando de su misma naturaleza, de su misma bondad, y obrar con su misma santidad y perfección, haciendo siempre sólo su voluntad. La perfección que nos ofrece Jesús es no contentarse sólo con el bien que se haga, sino siempre reflexionar si se podría ser y hacer mejor lo que se es y se hace.

https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/06/08/corpus-christi-fiesta-de-dios/

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «El amor basta por sí solo; no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni tampoco ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica: “Amo porque amo”» (San Bernardo)
  • «¿Por qué Jesús pide amar a los propios enemigos, o sea, un amor que excede a la capacidad humana? Porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor» (Benedicto XVI)
  • «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad. Todos son llamados a la santidad: ‘Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto’ (Mt 5,48)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.013)

HOY ORAMOS POR: UN SER QUERIDO DESAPARECIDO

https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/03/14/coronilla-por-las-almas-sacerdotales-y-religiosas-2/
https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/06/02/las-reliquias-de-los-santos-en-el-culto-catolico/

ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS

Escríbenos a: contactounpasoaldia@gmail.com

Si quieres Donar para que sigamos creando y creciendo. Abundantes Gracias y Bendiciones

https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=STYYR9CCBWKUC

DESCARGA, IMPRIME Y COMPARTE

¡Viva María!

Deja un comentario