Un camino de Fe

Evangelio del día

Reflexión al Evangelio de Hoy DOMINGO 25   de junio.

“Yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquél que reniegue de mí ante los hombres.”

DOMINGO 25  DE JUNIO 
DUODÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Concédenos tener siempre, Señor, amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya

«El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí -dice el Señor-; y ustedes darán testimonio» (Juan 15, 26b.27a)

R/. Aleluya, aleluya, aleluya

Evangelio

Lectura del santo evangelio según SAN MATEO

Mateo 10, 26-33

“Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.

No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.

¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.

A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos”.

P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús

MEDITACIÓN

PALABRAS DEL SANTO PADRE

El miedo es uno de los enemigos peores de nuestra vida cristiana, y Jesús exhorta: “No tengáis miedo”, “no tengáis miedo”. Y Jesús describe tres situaciones concretas a las que se enfrentarán. Ante todo, la primera, la hostilidad de los que quieren silenciar la Palabra de Dios, edulcorándola, aguándola o acallando a los que la anuncian. (…) La segunda dificultad con la que se encontrarán los misioneros de Cristo es la amenaza física en su contra, o sea, la persecución directa contra ellos, incluso hasta el punto de que los maten. Esta profecía de Jesús se ha cumplido en todas las épocas: es una realidad dolorosa, pero atestigua la fidelidad de los testigos. ¡Cuántos cristianos son perseguidos aún hoy en día en todo el mundo! Sufren por el Evangelio con amor, son los mártires de nuestros días. (…) La segunda dificultad con la que se encontrarán los misioneros de Cristo es la amenaza física en su contra, o sea, la persecución directa contra ellos, incluso hasta el punto de que los maten. Esta profecía de Jesús se ha cumplido en todas las épocas: es una realidad dolorosa, pero atestigua la fidelidad de los testigos. ¡Cuántos cristianos son perseguidos aún hoy en día en todo el mundo! Sufren por el Evangelio con amor, son los mártires de nuestros días. (Ángelus, 21 junio 2020).

SS Francisco
https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/06/09/oraciones-para-consagrarse-al-sagrado-corazon-de-jesus/

En este gracias, en el que ya está dicho todo de mi vida, os incluyo a vosotros, por supuesto, amigos de ayer y de hoy, y a vosotros, amigos de aquí”

El miedo es algo natural en nosotros, es una manifestación de nuestro instinto de conservación. Es para ayudarnos a ser prudentes, no temerarios. Es saber convivir con nuestros miedos. Cuando el miedo nos bloquea es un problema, pues nos impide obrar lo que es correcto o decir cosas y realizar acciones por las que vale la pena “arriesgar la vida”.  Es peor si se convierte en pánico, trabando la voluntad e impidiendo tener una vida plena. Los diferentes miedos o temores pueden reducirse al miedo a la muerte (situación frustrante o toda pérdida de vínculos) o a estar solo. Jesús invita a superar el miedo al rechazo, a la persecución, a la marginación que puede frenar la misión del apóstol. En tiempos del evangelista Mateo y de los primeros cristianos, la amenaza de muerte por confesar la fe era una realidad, incluso en algunos lugares hasta hoy día.

Lo que notamos es que existen distintos tipos de persecuciones por ser cristianos, que si se teme, se puede entibiar o frenar el impulso evangelizador ante ambientes hostiles. De ahí que se nos invita al santo temor de Dios y de la confianza en el Padre Providente. El temor de Dios sería reconocer su Soberanía y Señoría sobre la vida de los hombres, que nos libraría del señorío de la opinión ajena. Darle valor absoluto al juicio de Dios sobre nuestra vida nos ayudará a relativizar el juicio de los hombres. Así seremos libres para anunciar el Evangelio más allá de las consecuencias negativas que nos puedan sobrevenir. El Papa Benedicto XVI en su homilía de Corpus del 2008 decía: “Adorar al Dios de Jesucristo, que se hizo pan partido por amor, es el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Nosotros, los cristianos, sólo nos arrodillamos ante el santísimo Sacramento, porque en él sabemos y creemos que está presente el único Dios verdadero, que ha creado el mundo y lo ha amado hasta el punto de entregar a su unigénito Hijo (Cf. Juan 3, 16)”.

El temor de Dios, no es suficiente, sino dar el paso hacia la confianza y el abandono en las manos providentes del Padre. La certeza del amor personal del Padre sobre nosotros es lo que despierta la confianza, que supera todo temor. La confianza en el Dios de la vida nos libra del miedo radical, del miedo a la muerte. De este miedo esclavizante nos ha librado Cristo al asumir nuestra condición mortal y al vencer a la muerte con su Resurrección (cf. Hb 2,14.15). Y la promesa de la presencia permanente del Señor con sus discípulos (cf. Mt 28,20) nos libera del miedo a quedar solos y abandonados. Los mártires eran hombres frágiles y temerosos como nosotros. Pero Dios les infundió su amor eterno, que los hizo fuertes hasta dar la vida por Cristo. Aunque amaban la vida, llegaron a amar más a Dios que a su propia vida, aceptando la muerte como suprema confesión de su fe.

Es conmovedor el testamento del P. Christian de Chergé, prior de un Monasterio en Argelia, donde fue asesinado junto con otros seis monjes en 1996 (y que inspiró la película francesa “De dioses y de hombres”). Citemos sólo un fragmento:”Si un día me aconteciera –y podría ser hoy– ser víctima del terrorismo que actualmente parece querer alcanzar a todos los extranjeros que viven en Argelia, quisiera que mi comunidad, mi Iglesia y mi familia recordaran que mi vida ha sido donada a Dios y a este país; que aceptaran que el único Señor de todas las vidas no podría permanecer ajeno a esta muerte brutal; que rezaran por mí: ¿cómo ser digno de semejante ofrenda?; que supieran asociar esta muerte a muchas otras, igualmente violentas, abandonadas a la indiferencia y el anonimato. Mi vida no vale más que otra. Tampoco vale menos […]. De esta vida perdida, totalmente mía y totalmente de ellos, doy gracias a Dios, porque parece haberla querido por entero para esta alegría, por encima de todo y a pesar de todo. En este gracias, en el que ya está dicho todo de mi vida, os incluyo a vosotros, por supuesto, amigos de ayer y de hoy, y a vosotros, amigos de aquí, junto con mi madre y mi padre, mis hermanas y mis hermanos, y a ellos, ¡céntuplo regalado como había sido prometido! Y a ti también, amigo del último instante, que no sabrás lo que estés haciendo; sí, porque también por ti quiero decir este gracias, y este a-Dios, en cuyo rostro te contemplo. Y que nos sea dado volvernos a encontrar, ladrones colmados de gozo, en el Paraíso, si así le place a Dios, Padre nuestro, Padre de ambos. Amén. Inchalá”. También hay miedo del lado del oyente, del que muchas veces está en la raíz del rechazo agresivo al Evangelio y a la Iglesia. Miedo que habita en nosotros como consecuencia del pecado original y nos lleva a escondernos de Dios (cf. Gn 3,9-10). Grafica este diálogo de Francisco con una joven flamenca del 31 de marzo de 2014:

(Joven): Yo tengo algunos miedos. ¿Usted de qué tiene miedo?

(Papa Francisco): «¡De mí mismo! Miedo… Mira, en el Evangelio Jesús repite tanto: «No tengáis miedo. No tengáis miedo». Lo dice muchas veces. ¿Y por qué? Porque sabe que el miedo es algo —diría— normal. Tenemos miedo de la vida, tenemos miedo frente a los desafíos, tenemos miedo ante Dios… Todos tenemos miedo, todos. Tú no debes preocuparte de tener miedo. Debes sentir esto, pero no tengas miedo, y además piensa: «¿Por qué tengo miedo?». Y ante Dios y ante ti misma, trata de aclarar la situación o pedir ayuda a otro. El miedo no es buen consejero, porque te aconseja mal. Te impulsa hacia un camino que no es el correcto. Por eso Jesús repetía tanto: «No tengáis miedo. No tengáis miedo». Además, debemos conocernos a nosotros mismos, todos: cada uno debe conocerse a sí mismo y buscar donde está la zona en la que podemos equivocarnos más, y tener un poco de miedo de esa zona. Porque está el miedo malo y el miedo bueno. El miedo bueno es como la prudencia. Es una actitud prudente: «Mira, tú eres débil en esto, esto y esto, sé prudente y no caigas». El miedo malo es el que tú dices que te anula un poco, te aniquila. Te aniquila, no te deja hacer nada: este es malo, y es necesario rechazarlo».

(Joven): «Hago esta pregunta, porque quiero tener la fuerza también de testimoniar…».

(Papa Francisco): «Claro, ahora entiendo la raíz de la pregunta. Testimoniar con sencillez. Porque si vas con tu fe como una bandera, como en las Cruzadas, y vas a hacer proselitismo, no funciona. El mejor camino es el testimonio, pero humilde: «Soy así», con humildad, sin triunfalismo.”Este es otro pecado de nuestro tiempo, otra actitud mala, el triunfalismo. Jesús no fue triunfalista, y también la historia nos enseña a no ser triunfalistas, porque los grandes triunfalistas fueron derrotados. El testimonio: este es una clave, este interpela. Lo doy con humildad, sin hacer proselitismo. Lo ofrezco. Es así. Y esto no da miedo. No vas a las Cruzadas».

Al confrontarnos con estas experiencias conmovedoras e interpeladoras, sabemos que se puede todo lo que Dios nos anunció y sigue pidiendo para cualquier creyente de todos los tiempos. No se trata de ofrecerse para ser mártires de modo cruento, sino para ser testigos del gran favor que Dios hizo, hace y seguirá haciendo por toda la humanidad y por cada uno en particular. Ojalá digamos como Chiquitunga: “Todo te ofrezco Señor”. Mañana recordaremos un año más de la visita del papa Francisco al Paraguay, quien como “mensajero de la alegría” nos comunicó alegría por seguir siendo mejores cada día.

https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/06/08/corpus-christi-fiesta-de-dios/

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «Él me ha garantizado su protección; no es en mis fuerzas donde me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. ¿Qué es lo que ella me dice? ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’» (San Juan Crisóstomo)
  • «¡No existe la misión cristiana a la enseñanza de la tranquilidad! Las dificultades y las tribulaciones forman parte de la obra de la evangelización, y nosotros estamos llamados a encontrar en ellas la ocasión para verificar la autenticidad de nuestra fe» (Francisco)
  • «El discípulo de Cristo no sólo debe guardar la fe y vivir de ella, sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla (…). El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.816)

HOY:

CARTAGENA Colombia, LE CANTA a CARLO ACUTIS

https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/03/14/coronilla-por-las-almas-sacerdotales-y-religiosas-2/
https://atomic-temporary-157745810.wpcomstaging.com/2023/06/02/las-reliquias-de-los-santos-en-el-culto-catolico/

ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS

Escríbenos a: contactounpasoaldia@gmail.com

Si quieres Donar para que sigamos creando y creciendo. Abundantes Gracias y Bendiciones

https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=STYYR9CCBWKUC

DESCARGA, IMPRIME Y COMPARTE

¡Viva María!

Deja un comentario