

Oh Dios, que nos concedes venerar la memoria de san Jenaro, mártir, otórganos disfrutar de su compañía en la eterna bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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VIGESIMOCUARTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
MARTES 19 DE DE SEPTIEMBRE
Reflexión al Evangelio de Hoy
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
Lc 7, 11-17
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: «No llores».
Después se acercóDespués se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: «Joven, yo te lo ordeno, levántate».
El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo». El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la (tierra de) Judea y en toda la región vecina.
P/. Palabra del Señor
R/. Gloria a ti, Señor Jesús
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Supera las parálisis: ¡Levántate!
El primer verbo -levántate- está tomado del episodio del Evangelio de Lucas en el que Jesús devuelve la vida al hijo de la viuda de Naín (7:11-17).El Señor se compadece de la madre que llora a su hijo y le dice “¡No llores!”. Lo dice, explicó el Papa, “para iniciar una acción”, porque Jesús “se interesa por el dolor de los que sufren”. Él “ha venido a salvar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte”, y al joven le dice: “Yo te lo ordeno, levántate”. Devolver la vida a este muchacho – explicó – significa dar un futuro también a su madre y a toda la comunidad.
Esta palabra de Jesús sigue resonando en el corazón de muchos jóvenes de hoy, y a cada uno le dirige la invitación: “Te digo ¡levántate!”. Este es el primer sentido de la misión sobre el que los invito a reflexionar: Jesús nos da la fuerza para levantarnos y nos pide que salgamos de la muerte del egoísmo, de la parálisis del egoísmo, de la pereza y de la superficialidad.
Sucede que estas parálisis “están por todas partes”, nota Francisco. Y son ellas “las que nos bloquean y nos hacen vivir una fe de museo, no una fe fuerte, una fe más muerta que viva”. Por eso “para resolver esta fea actitud”, Jesús dice: ‘¡Levántate!’. Es para que sean “relanzados” hacia un futuro de vida, lleno de esperanza y caridad hacia nuestros hermanos y hermanas.
A los jóvenes de Missio Giovani
MEDITACIÓN
A Jesús le da lástima el dolor y la muerte y hace que obre, que actúe en favor de. Pudo devolver la esperanza a la viuda a quien se le muere el hijo varón, quien será su sostén y seguridad. Con este milagro y el anterior, Jesús está respondiendo a la pregunta de Juan Bautista: “¿Eres tú el que ha de venir?”. Está ofreciendo la salvación a los paganos y con el hijo de la viuda de Naím manifiesta el verdadero triunfo de la vida. Lo que Jesús hace es ofrecer a los seres humanos el regalo del misterio de la plenitud universal, en la que está incluida la resurrección de los muertos.
Jesús ha realizado prodigios que desbordan las posibilidades de la tierra. Todos los milagros, vistos en su conjunto, anticipa la verdad del reino, y es precisamente éste el que mejor refleja el sentido de Jesús, de su presencia en la humanidad. Veamos algunos elementos: a) Hay una revelación de Dios: Ante el milagro de la piedad de Jesús, que se compadece de la viuda y revive a su hijo, el pueblo dice que “Dios ha visitado a su pueblo”. En este gesto se revela Dios como el poder que acoge al ser humano muerto y lo transforma totalmente, afirmando de Él que es un profeta. Es el profeta que no sólo anuncia con palabras la llegada del Reino, sino que vino para realizarlo dando vida.
b) con la resurrección se desvela el sentido de la vida: Jesús no viene para destruir, sino para crear; no saca al ser humano de la tierra para hacer que encuentre a Dios, sino que le introduce en el auténtico sentido de esa tierra, pues le ofrece la alegría de la vida. Alegría de una madre que reencuentra al hijo perdido, la plenitud de una vida que parecía truncada y vuelve a encontrar de nuevo sus raíces. c) Este milagro tiene un carácter de signo: la resurrección del hijo de la viuda testimonia que Jesús es aquél que ha de venir y ofrece a todos la garantía de una vida que triunfa sobre la muerte. Esto nos lleva a poder decir, en primer lugar, nuestra visión del misterio, pues Dios se encuentra allí donde los hombres descubren el sentido de la piedad, es un amor que da vida; y en segundo lugar, nuestra conducta debe ser seguir el gesto de Jesús que implica suscitar vida, tener piedad de los que sufren y ofrecerles nuestra ayuda. Esto es, seguir a Jesús significa hacer que nazca la confianza allí donde parece que se cerraron todas las posibilidades, todos los caminos, donde la vejez, la enfermedad o muerte parecen ser definitivas. La fe es aceptar la resurrección de entre los muertos, procurando que su fuerza y su verdad penetre nuestra vida y nos transforme, incluso en medio de la muerte.
Jesús devuelve la esperanza. Es como que le dijera a la mujer para que no llore, que deje el llanto para quienes no tienen fe, para quien haya perdido de verdad la esperanza. No puede quedarse encerrada como quien voluntariamente vive en la duda por rechazar la verdad, por rechazar al Señor; o aquellos que están encerrados más en las cosas de este mundo atados a sí mismos lleno de frustraciones y amarguras. Entonces, para no llorar, hay que creer. Creer en la Providencia de Dios, en su Bondad infinita. Dios es nuestro Padre quien quiere nuestro máximo bien. El Señor tuvo compasión de la pobre madre privada de su hijo, gesto que nos invita a tener compasión de quienes sufren, pues esas personas nos deberían inspirar compasión y llevar a sufrir con los que sufren, llorar con los que lloran, estar feliz con los que se alegran.
El gesto de Jesús es interesante, cuando hace detener la caravana fúnebre y ante la expectativa de la muchedumbre que formaba el cortejo y de quienes accidentalmente se hallaron presentes en la escena, con ademán majestuoso y seguridad en su voz, extiende su brazo hacia el cuerpo del difunto y le habla con autoridad: “Joven, te lo ordeno: ¡levántate!”. Es el profeta que se aparece para dar la vida a los muertos, porque sólo los profetas de Dios pueden hablar con la autoridad del mismo Dios; aunque Jesús se nos aparece también como el Profeta por excelencia anunciado por los otros profetas del AT; Jesús, así, es el Mesías prometido, mayor que todos los profetas anteriores a Él o posteriores, quien da sentido a todas las profecías.
Nosotros estamos llamados a llevar vida ante tantos cadáveres espirituales en el mundo, ante tanta gente que perdió la Gracia de Dios, viviendo los valores de este mundo sin Dios. Lo fundamental para nosotros, también profetas desde el Bautismo, es llevar vida ante una cultura de la muerte enraizada en toda la estructura social. Si estamos en esa situación de muerte, dejemos que el Señor nos diga “levántate”, pues su Palabra es viva y eficaz, produce en la realidad inmediatamente lo que dice.

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ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS
COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE
| 10/01/2022 | Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlos Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre “Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación”, del 16 de diciembre de 2017. En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas. Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís. Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio. Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación. Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado. Dr.Nicola Gori Postulatore della Causa. |
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