
Atento a lo que ocurre en el portal, probablemente atónito, san José permanece en silencio. Y escucha como antes había escuchado al ángel contarle esta extraña noticia de que iba a desposarse con María. Pudo haber ignorado este anuncio, hecho durante un sueño misterioso pero tan frecuente en la Biblia y que permite que Dios hable a los hombres. ¿Entendió el significado de este anuncio? No es seguro. ¿Es relevante? No, pero escucha y, simplemente, confía. Ese es el más grande paso de la fe.

San José se representa en silencio en el pesebre de Belén para simbolizar su papel como un hombre tranquilo y reflexivo, que acepta su papel como padre terrenal de Jesús sin necesidad de alardear o buscar reconocimiento.
¿Qué simboliza el silencio de San José en el pesebre de Belén?
El silencio de San José en el pesebre de Belén es un tema que ha sido objeto de mucha reflexión y debate a lo largo de los siglos. Hay varias interpretaciones posibles del silencio de José, pero algunas de las más comunes incluyen:
- José estaba asombrado por el nacimiento de Jesús. El nacimiento de Jesús fue un evento milagroso, y es comprensible que José estuviera sin palabras ante la magnitud de lo que estaba sucediendo.
- José estaba contemplando el misterio de la Encarnación. La Encarnación es el misterio de cómo Dios se hizo hombre en la persona de Jesús. Es un misterio que trasciende la comprensión humana, y es natural que José estuviera en silencio mientras contemplaba este misterio.
- José estaba adorando a Jesús. El nacimiento de Jesús fue un momento de gran alegría y celebración, y es probable que José estuviera adorando a Jesús en silencio.
Cualquiera que sea la razón del silencio de José, está claro que es un símbolo poderoso de la importancia del silencio en la vida cristiana. El silencio puede ser un tiempo de reflexión, contemplación y adoración. Puede ser un tiempo para escuchar la voz de Dios y para conectar con nuestra propia alma. En un mundo lleno de ruido y distracciones, el silencio puede ser un regalo precioso.
¿Cuál es el significado del papel de San José en la historia navideña?
El papel de San José en la historia navideña es significativo, aunque a menudo se pasa por alto. Era el esposo de María y el padre adoptivo de Jesús, y jugó un papel crucial en la protección y el cuidado de la Sagrada Familia.
Según los evangelios, José era un carpintero de Nazaret que estaba comprometido con María cuando se le apareció un ángel y le anunció que ella daría a luz al Hijo de Dios. José aceptó su papel con fe y obediencia, y se convirtió en el protector y proveedor de María y Jesús.
José acompañó a María a Belén para el nacimiento de Jesús, y fue testigo de los acontecimientos milagrosos que rodearon su nacimiento, como la aparición de los ángeles y la visita de los Reyes Magos. También fue el encargado de llevar a la Sagrada Familia a Egipto para escapar de la persecución del rey Herodes, y de regresar a Nazaret después de la muerte de Herodes.
A lo largo de su vida, José fue un ejemplo de humildad, obediencia y amor. Fue un hombre justo y fiel que puso a Dios en primer lugar y siempre estuvo dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger y cuidar a su familia.
El papel de San José en la historia navideña es un recordatorio de la importancia de la familia y de la paternidad. Es un ejemplo de cómo Dios puede usar a personas sencillas y humildes para hacer grandes cosas.
¿Por qué San José es a menudo representado en segundo plano en las representaciones del pesebre?
San José, el esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús, suele representarse en segundo plano en las representaciones del pesebre. Esto se debe a varias razones:
En primer lugar, la Biblia no menciona mucho sobre San José. De hecho, solo se le menciona en unos pocos pasajes, y la mayoría de ellos son breves. Esto significa que los artistas tienen poca información para basarse cuando crean representaciones de San José.
En segundo lugar, San José no es el personaje principal de la historia de la Navidad. El foco de atención está en Jesús, María y los Reyes Magos. San José es un personaje secundario, y por lo tanto, suele ser representado en segundo plano.
En tercer lugar, San José es un hombre humilde y sencillo. No es un rey, un profeta o un sacerdote. Es un carpintero, un hombre de clase trabajadora. Esto significa que no es visto como una figura importante o poderosa, y por lo tanto, suele ser representado en segundo plano.
Sin embargo, es importante recordar que San José es una figura importante en la historia de la Navidad. Es el esposo de María, el padre adoptivo de Jesús y el protector de la Sagrada Familia. Es un hombre justo y piadoso, y es un ejemplo a seguir para todos los cristianos.
¿Cómo se relaciona el silencio de San José con la humildad y la aceptación?
El silencio de San José en el pesebre de Belén es un tema que ha sido objeto de mucha reflexión y debate teológico. Algunos estudiosos creen que el silencio de José se debe a su humildad y aceptación de la voluntad de Dios. Otros creen que su silencio es una señal de su sabiduría y comprensión de los misterios de Dios.
En cualquier caso, el silencio de José es un poderoso recordatorio de la importancia de la humildad y la aceptación en la vida cristiana. Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles o desafiantes, podemos aprender de José y confiar en la voluntad de Dios. También podemos aprender de su silencio y buscar la sabiduría y la comprensión de Dios.
El silencio de José también es un recordatorio de la importancia de la oración. Cuando nos sentimos perdidos o confundidos, podemos acudir a Dios en oración y pedirle su guía y dirección. José nos enseña que incluso en medio del silencio, Dios siempre está presente y dispuesto a ayudarnos.
Contemplo a san José en el pesebre, pensativo.
Este niño no es suyo porque ha sido concebido por el Espíritu Santo para salvar al mundo de sus pecados. Allí tiene al Mesías. La responsabilidad que conlleva es abrumadora. Pero Dios se atreve con todo. Y, a través de san José, lo entiendes todo perfectamente. Dios siempre se atreve a llamar. En todo momento, como llamó a José, Abraham y Moisés, como llamó a todos sus profetas, todos empezaron diciendo «¿pero quién soy yo para que me envíes? ¿Por qué yo ? No soy digno…». Pero Dios llama a José a participar en la venida de su reinado.
Incluso hoy, Dios llama.
E incluso si no soy necesariamente justo como se dice de José, Dios me llama igualmente. ¡Nos llama a todos! Y le respondes, como los profetas: «¿Pero quién soy yo para que me envíes? ¿Por qué yo si no soy digno?” ¿Por qué esta falsa modestia? ¿Por qué fingir que no somos dignos si a través del bautismo compartimos la dignidad de Cristo? Y eso te enseña que no has de ser una persona maravillosa para ser digno de la confianza de Dios. El bautismo es suficiente. Tan pronto como recibimos el bautismo, somos enviados en misión a nuestros semejantes. ¡Es un acto automático! Ésta es nuestra vocación. Y tenemos toda nuestra vida para responderla porque Dios llama constantemente.
Todos recibimos señales a lo largo de nuestra vida.
No es necesariamente un sueño como José, o una zarza ardiente que arde sin consumirse como Moisés. Pero estas señales, no siempre las vemos, probablemente porque nuestros corazones no están lo suficientemente abiertos para discernir la llamada de Dios en ellas. Y luego, seamos realistas, no necesariamente queremos escuchar a Dios. Es más cómodo ignorar las múltiples señales que nos envía. Porque responder favorablemente a una llamada de Dios nos perturba, nos obliga a dejar nuestros hábitos, nuestra comodidad, dejar atrás nuestras seguridades. El principio de precaución que rige ahora nuestra existencia es un principio que adula nuestra pereza, nuestra timidez, que nos reconforta en nuestro retraimiento en nosotros mismos, que nos encierra en nuestro miedo al riesgo, pero que no nos hace más felices.
Como san José hay que correr el riesgo del encuentro. Él se convierte en la voz de Dios que llama una vez y que no se cansa de hacerlo. A los pies del pesebre de Belén, José me invita a escucharla y oída e insertada en el corazón a obedecerle y actuar.
NOVENA DE NAVIDAD
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ORIENTACIÓN PARA SOLICITAR LA PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIA EN 1ER GRADO DEL BEATO CARLO ACUTIS
COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE
| 10/01/2022 | Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlos Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre “Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación”, del 16 de diciembre de 2017. En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas. Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís. Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio. Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación. Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado. Dr.Nicola Gori Postulatore della Causa. |
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