Un camino de Fe

Enseñanza, Espiritualidad

“Cómo escuchar a Dios”

El cuadro de la famosa pintura de la Capilla Sixtina, realizada por el renombrado artista Miguel Ángel Buonarotti, destaca el brazo de Dios, extendido hasta tal punto que parece estar a punto de salirse del cielo para alcanzar a un ser humano. Este gesto representa el esfuerzo de Dios por comunicarse con la humanidad, mientras que el ser humano parece hacer un ligero esfuerzo para levantar su dedo y dejarse alcanzar por Dios.

El mensaje detrás de esta representación es que el Dios de la Biblia, revelado a través de Jesucristo, siempre está haciendo esfuerzos para comunicarse con nosotros y tocarnos. Se menciona que Dios tiene miles de maneras de hablarnos y que su voz se manifiesta en múltiples formas.

Moisés

En la historia de Moisés, descrita en el libro del Éxodo, capítulo 3, versículos 1 al 17, Moisés quien estaba realizando su labor como pastor, se ve atraído por una zarza ardiente que no se consumía. Esta manifestación de fuego era considerada como un signo de la presencia de Dios o lo sagrado para el hombre primitivo y los hebreos. Desde dentro de la zarza, Moisés escucha la voz de Dios, quien le llama a una gran misión.

Nadie puede acercarse a Dios si no es atraído por el Padre, lo cual, es obra de Dios atraer a las personas hacia su hijo Jesús. Dios busca atraer a las personas de diversas maneras, utilizando diferentes “zarzas ardientes” para captar su atención y acercarlas a él.

Escuchar la voz de Dios en los deseos profundos del corazón. Es posible que no nos hayamos dado cuenta de estos deseos espirituales, pero que eventualmente los descubriremos poco a poco. La importancia de reconocer no solo los deseos materiales como casarse, tener hijos o tener éxito en la vida, sino también los deseos espirituales como la trascendencia, el recogimiento, la veneración, la paz interior y la sabiduría espiritual. Estos deseos espirituales que se muestran como sutiles, que no hacen ruido, ni se manifiestan de manera evidente, sino que se perciben en momentos de silencio y tranquilidad.

Elías

El profeta Elías experimentó tres manifestaciones tradicionales de los divinos poderes judíos: un huracán, un terremoto y un fuego. Sin embargo, Dios decidió manifestarse de manera diferente, a través del rumor de una brisa suave que sobrecogió a Elías. Esto nos enseña que Dios puede hablar a nuestro corazón a través de deseos espirituales que nos conmueven y encienden nuestro corazón. También podemos escuchar la voz de Dios en nuestra conciencia, especialmente cuando estamos solos y nuestra conciencia comienza a hablar, cuestionar y guiarnos. Es a través de la voz de nuestra conciencia que Dios también se comunica con nosotros.

Caín

La historia de Caín y Abel se encuentra en el libro del Génesis, capítulo 4, versículos 1 al 16. Después de que Caín mata a su hermano Abel, Dios le pregunta “¿Dónde está tu hermano?”. La lección de esta historia es que es importante escuchar la voz de Dios en nuestra conciencia para corregir nuestros errores, pedir perdón y reparar el daño que hayamos causado, en lugar de ser torturados o culpabilizados de manera neurótica.

El texto menciona la experiencia de escuchar la voz de Dios en momentos difíciles de la vida, como un accidente, la pérdida de seres queridos, una enfermedad grave o un gran fracaso en el amor o en el trabajo. Se destaca que en esos momentos de adversidad, algunas personas han experimentado la presencia de Dios a través de una voz que los llama, los invita o les susurra que acudan a Él. Se menciona que esta experiencia se ha observado en personas que se encuentran en la cárcel, en el hospital o incluso en el lecho de muerte.

San Pablo

El apóstol San Pablo, según el libro de los Hechos de los Apóstoles, en el capítulo 22 versículo 5, experimentó una gran caída y solo en el suelo escuchó la voz de Dios que le llamaba e invitaba a un cambio de vida. Este evento es interesante, ya que muestra que sólo cuando estaba en el suelo, después de caer del caballo (posiblemente), pudo escuchar la voz de Dios. Esto puede ser interpretado como una metáfora de una gran caída en la vida de San Pablo. El mensaje es que incluso en los peores momentos de la vida, Dios puede hablar y ser escuchado.

Además, también podemos escuchar la voz de Dios en los sueños. Aunque todos soñamos, hay momentos en los que Dios busca comunicarse con personas específicas en circunstancias particulares a través de los sueños. Se señala que hay numerosos testimonios de personas cuyas vidas han cambiado después de escuchar la voz de Dios en sus sueños.

San José

El pasaje del evangelio de San Mateo, capítulo 2, versículo 13, que relata cómo San José tuvo un sueño después de la visita de los magos que vinieron a adorar al niño Jesús. En el sueño, Dios le dice a San José que tome al niño y huya a Egipto.

En estos sueños, el ángel le comunicó importantes mensajes divinos, como la revelación del embarazo milagroso de María y la orden de huir a Egipto para proteger al niño Jesús de Herodes.

La atención de San José a la voz de Dios en sus sueños demuestra su obediencia y fe, así como su disposición a seguir la voluntad divina. Este aspecto de la historia destaca la importancia de la comunicación espiritual y la confianza en la guía divina, incluso a través de los sueños. La historia de San José también sirve como un ejemplo de cómo escuchar y obedecer a la voz de Dios puede conducir a la realización de propósitos divinos y a la protección de aquellos a quienes amamos.

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Felipe

El apóstol Felipe se encuentra con un etíope, según se narra en el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 8, versículos 26 al 29. En este relato, el Espíritu Santo inspira a Felipe para que se acerque al carro del etíope, quien estaba leyendo un texto de la Biblia pero no lo comprendía. Felipe le explica el texto y el etíope acepta a Jesús en su corazón.

El Espíritu Santo puede inspirar a las personas, como lo hizo con Felipe, para llevar la palabra de Dios a otros. La voz de Dios puede ser escuchada a través de las profecías. Aunque pueda parecer extraño, el propósito fundamental de las profecías no es asustar a nadie ni predecir el futuro, sino más bien hablar en nombre de Dios. Un profeta no es un adivino, sino alguien que habla en nombre de Dios. Por lo tanto, Dios también puede comunicarse con las personas a través de los profetas. Todos los creyentes pueden escuchar la voz de Dios a través de la profecía, ya que todos somos considerados por nuestro Bautismo profetas, sacerdotes y reyes por la fe.

Pedro

En el Evangelio de San Juan, capítulo 1, versículos 41 al 42, se relata cómo Andrés le dice a su hermano Pedro que han encontrado al Mesías, lo que cambia la vida de Pedro. A partir de ese momento, Pedro sigue a Jesús, quien se convierte en su pastor y guía espiritual.

La figura del pastor, guía espiritual o hermano de la comunidad, así como alguien con el don de profecía, es vista como alguien que puede hablar en nombre de Dios. Sin embargo, se advierte la necesidad de discernir entre los verdaderos y falsos profetas, ya que el evangelio de san Mateo (capítulo 7, versículos 15 al 20) advierte sobre los falsos profetas que se presentan como ovejas pero en realidad son lobos feroces. Se destaca la importancia de observar sus frutos para reconocer su autenticidad.

Milagros

La voz de Dios puede ser escuchada en sucesos milagrosos que ocurren constantemente en nuestra vida, pero a menudo no los percibimos debido a que hemos perdido la capacidad de asombro y la mirada de los niños. Sin embargo, existen momentos en los que la dimensión de lo milagroso se hace tan evidente que nos lleva a caer de rodillas. Estos milagros pueden ser interpretados como manifestaciones de la presencia divina en nuestras vidas.

San Pedro, después de un día de fracaso en la pesca, logra obtener una gran cantidad de peces por indicación de Jesús. Este evento lo lleva a caer de rodillas y permite que Jesús entre en su vida. Este suceso es sorprendente y milagroso, impactando tanto a San Pedro que lo lleva a una profunda experiencia espiritual.

No es Voz de Dios

La voz de Dios se puede escuchar a través de la Biblia, ya que siempre nos habla a través de su palabra en las Sagradas Escrituras. Sin embargo, es importante recordar la escena de la segunda tentación de Jesús, donde el evangelio de San Mateo en el capítulo 4, versículos del 5 al 7, muestra que incluso el diablo utiliza la Biblia, conociéndola de principio a fin, para malinterpretarla y usarla para sus propios fines. Esto ha llevado a muchas personas a utilizar los libros sagrados de sus religiones como pretexto para matar, oprimir, humillar y maltratar a otras personas.

La palabra de Dios al contrario siempre produce paz, comunión, amor, no confusión ni división, no violencia. Debemos seguir buscando la voz de Dios, buscando hoy en su voz, en su palabra y en la correcta interpretación de la misma. Esto nos llevará a ser personas que amen más a Dios y a los hermanos, y no al revés. Cuando oigamos la voz de Dios, lo sabremos porque nos llenará de gozo, paz y luz interior. Como exclamó San Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”.

María

La Virgen María, madre de Jesús, fue elegida por Dios para ser la madre del Salvador. Según el relato bíblico en el Evangelio de Lucas, el arcángel Gabriel le anunció a María que concebiría al Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo. María, en su humildad, aceptó esta voluntad divina con las palabras “Hágase en mí según tu palabra”.

El acto de escuchar la voz de Dios se relaciona con la disposición de María para aceptar el plan divino y su papel en la historia de la redención. Esta historia es central en el cristianismo y ha sido objeto de veneración y devoción a lo largo de los siglos. Las apariciones marianas y la devoción a la Virgen María son aspectos importantes en la práctica de la fe católica y en algunas ramas del cristianismo.


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COMUNICADO DE LA POSTULAZIONE

10/01/2022   
Se han registrado varias denuncias de reliquias del beato Carlo Acutis que no cumplen con los requisitos canónicos ni con la Instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos sobre «Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación», del 16 de diciembre de 2017.
En particular, reiteramos que para que las reliquias sean auténticas deben llevar un sello de cera y un documento de autentificación con la firma del Postulador. Hay que asegurarse de que no han sido manipuladas o falsificadas.
Nadie más está autorizado a autentificar las reliquias de Carlos Acutis, haciendo una excepción del Obispo de Asís.
Además, le recordamos que las reliquias se conceden gratuitamente, sin ninguna cantidad de dinero a cambio.
Por ello, invitamos a los pastores de la Iglesia a estar atentos al fenómeno de las falsas reliquias, y pedimos la colaboración de sacerdotes, religiosos y laicos para denunciar los casos de fraude o abuso a la Postulación.
Agradecemos a todos los que nos ayuden a frenar un fenómeno tan desafortunado.

 

Dr.Nicola Gori
Postulatore della Causa.

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