Reflexión Homenaje al Papa Francisco y Carlo Acutis
La devoción mariana ha sido un pilar central en las vidas de muchos santos y figuras de la Iglesia Católica, pero quizás pocas tan conmovedoras como las de Carlo Acutis y el Papa Francisco.

Un amor que una generación
La devoción mariana ha sido un pilar central en las vidas de muchos santos y figuras de la Iglesia Católica, pero quizás pocas tan conmovedoras como las de Carlo Acutis y el Papa Francisco. Aunque separados por generaciones, ambos comparten un “amor preferencial” que ilumina sus caminos espirituales y refleja una de las enseñanzas más profundas del cristianismo: que a través de María, ningún cristiano puede sentirse huérfano.
Carlo Acutis: El joven santo digital y su relación con María
Carlo Acutis, el “influencer de Dios” beatificado en 2020, desarrolló desde temprana edad una profunda devoción a la Virgen María. Para este joven milanés del siglo XXI, el rosario era su cita diaria imprescindible, describiéndolo como “la escalera más corta para subir al cielo”.
Una de las frases más conocidas de Carlo sobre la Virgen refleja su devoción sin reservas: “La Virgen María es la única mujer de mi vida” . Esta afirmación, lejos de ser simplemente poética, revela la profundidad de su relación espiritual con María. Carlo se encontraba en ella no solo una intercesora, sino una madre que caminaba junto a él en cada momento de su vida.
Carlo entendía la maternidad de María de manera muy personal. Para él, ella era la guía en su misión evangelizadora digital. Solía decir que “El Rosario es el arma más poderosa para luchar contra el diablo” , mostrando cómo esta práctica mariana tradicional podía ser relevante para un joven contemporáneo.
Su madre, Antonia Salzano, ha compartido que Carlo veía a María como una confidente: “Hablaba con la Virgen como un hijo habla con su madre, con total confianza y naturalidad” . Esto revela que para Carlo, María no era una figura distante o abstracta, sino una presencia materna real y cotidiana.
Entre sus escritos personales, se encontró esta reflexión: “María es el refugio seguro donde Jesús nos invita a habitar” . Esta frase muestra cómo el joven beato entendía perfectamente la función de María: no sustituir a Cristo, sino llevarnos hacia Él del modo más seguro y amoroso.
Papa Francisco: La revolución mariana de la ternura
El Papa Francisco ha demostrado constantemente su amor preferencial por María desde el inicio de su pontificado. Su relación con la Virgen está marcada por una profunda cercanía y confianza filial, que ha compartido en numerosas ocasiones.
En su homilía durante la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios (2017), Francisco afirmó: “María es la Madre que nos da el Hijo que aplasta la cabeza a la serpiente. Sin ella no entenderíamos el estilo de Dios en la historia de la salvación” . Esta frase condensa su visión sobre el papel esencial de María en la historia de la redención.
Quizás una de sus reflexiones más conmovedoras sobre la maternidad de María se encuentra en su encíclica “Evangelii Gaudium”, donde escribe: “María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura” . Francisco ve en María la imagen de la Iglesia que acoge a todos, especialmente a los más vulnerables.
En numerosas ocasiones, el Santo Padre ha enfatizado que “Ningún cristiano puede sentirse huérfano” , precisamente porque en María todos tenemos una madre que nos acompaña. Durante una audiencia general en 2013, explicó: “María es madre, y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe curarla siempre con gran amor. La Virgen custodia nuestra salud, nos protege de los males y del mal” .
En su visita a Brasil durante la Jornada Mundial de la Juventud 2013, el Papa compartió una reflexión personal: “Tengo una imagen muy querida que me regalaron en Buenos Aires, de la Virgen Dormida. Y cuando duermo bien, después de un día de mucho trabajo, es como si yo también estuviera en los brazos de mi madre. Por eso amo tanto a María” . Esta imagen revela la dimensión íntima y personal de su relación con la Virgen.
Durante su viaje apostólico a Ecuador en 2015, Francisco expresó: “María es la madre atenta que está atenta a nuestra vida, que sabe de qué están hechos nuestros corazones, que conoce nuestras alegrías, nuestras dificultades, nuestras esperanzas” . Para el Papa, María no es solo una figura de veneración, sino una presencia activa y cercana en la vida de cada cristiano.
La devoción mariana como signo de una Iglesia materna
Tanto en Carlo como en Francisco encontramos la convicción de que la devoción a María es inseparable de la identidad cristiana. Ambos entienden que María no solo es un modelo de fe, sino que ejerce una maternidad espiritual activa sobre los creyentes.
El Papa Francisco ha señalado que “La Iglesia es femenina porque es Iglesia, es esposa, es madre” . Esta visión maternal de la Iglesia, inspirada en María, implica una forma concreta de vivir la fe: con ternura, cercanía y misericordia hacia todos, especialmente los más necesitados.
Carlo, por su parte, manifestaba esta misma idea cuando decía: “La Virgen María nos enseña a mirar el mundo con los ojos de Dios” . Para él, María era la maestra que le enseñaba a ver más allá de las apariencias, a descubrir a Cristo presente en los demás y en la Eucaristía, su gran pasión.
El Rosario: Un vínculo común
Un elemento que une profundamente la espiritualidad mariana de Carlo y Francisco es su amor por el Santo Rosario. Carlo lo rezaba diariamente y afirmaba: “Por cada Ave María que rezamos, damos una rosa a la Virgen, y por cada Rosario completo, le entregamos una corona de rosas” .
El Papa Francisco, por su parte, ha compartido: “El Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón” . Durante la pandemia de COVID-19, el Santo Padre invitó a las familias a redescubrir esta oración, diciendo: “Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual” .
La maternidad universal de María: Nadie es huérfano
Una de las enseñanzas más conmovedoras del Papa Francisco sobre María es que, gracias a ella, “ningún cristiano puede sentirse huérfano” . En una homilía en Casa Santa Marta (2018), profundizó: “Ella no solo es la Madre de Jesús, sino también nuestra Madre. Y como toda buena madre, sabe proteger a sus hijos del peligro, sabe cuidarlos con amor, y sabe guiarlos por el camino de la vida” .
Esta convicción era compartida por Carlo Acutis, quien afirmaba que “La Virgen María es la madre que nunca abandona a sus hijos” . En sus reflexiones sobre diversos santuarios marianos, Carlo destacó cómo María se había manifestado en diferentes culturas y épocas, adaptándose a las necesidades de sus hijos, mostrando así su maternidad universal.
María como camino hacia Cristo
Tanto Carlo como Francisco coinciden en que la verdadera devoción mariana siempre conduce a Cristo. El Papa ha expresado: “María señala siempre a su Hijo, jamás a sí misma. Este es el papel de una madre: ponerse en segundo plano” . De manera similar, Carlo reflexionaba: “María es como la luna, no tiene luz propia sino que refleja la luz del Sol, que es Cristo” .
En su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, Francisco escribe: “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo, siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo, y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés” . Esta dimensión eclesial de María era también apreciada por Carlo, quien veía en ella el modelo perfecto de cómo servir a la comunidad cristiana.
El testimonio de dos generaciones unidas por María
Lo más inspirador del paralelo entre Carlo Acutis y el Papa Francisco es cómo su amor preferencial por María trasciende las diferencias generacionales y culturales. Carlo, un adolescente del siglo XXI, encontró en esta devoción tradicional una fuente de inspiración para su apostolado digital. Francisco, formado en otra época y continente, ve en María el modelo de una Iglesia que sale a las periferias y acoge a todos.
Ambos nos enseñan que el amor a María no es algo anticuado o meramente tradicional, sino una relación viva que transforma y da sentido a nuestro caminar cristiano. Como dijo el Papa Francisco durante su visita al santuario de Nuestra Señora de Aparecida en Brasil (2013): “En María, vemos que la humildad no es la virtud de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes” .
Un amor preferencial que nos transforma
En un mundo que busca constantemente nuevos referentes, tanto Carlo como Francisco nos recuerdan que este amor preferencial por María es, en realidad, un camino seguro y siempre nuevo hacia Jesús, el centro de nuestra fe.
Carlo Acutis y el Papa Francisco, desde sus distintas circunstancias y épocas, convergen en esta verdad fundamental: que María no es solo una figura histórica o devocional, sino una madre viva y presente que acompaña a cada cristiano en su camino. Por eso, como insistió tantas veces el Santo Padre, “ningún cristiano puede sentirse huérfano” mientras María esté presente en la vida de la Iglesia y en el corazón de cada creyente.
Sus testimonios nos invitan a redescubrir esta relación maternal con María, no como una devoción más, sino como una experiencia transformadora que nos configura con Cristo y nos capacita para servir mejor a los demás. Como dijo bellamente Carlo: “Todos nacemos como originales, pero muchos mueren como fotocopias” . María, en su maternidad, nos ayuda a redescubrir nuestra originalidad como hijos de Dios, llamados a reflejar su amor en el mundo contemporáneo.
¿Y tú? ¿De qué manera la maternidad de María ha transformado tu experiencia de fe?
[Publicado en unpasoaldia.com – Un espacio de reflexión cristiana para el caminante de hoy]
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