La Pascua no es solo el punto culminante del calendario cristiano, sino el inicio de un tiempo de gracia marcado por las apariciones de Jesús resucitado y culminando en la celebración del Domingo de la Divina Misericordia.
De la Resurrección a la Divina Misericordia: El Gran Camino Pascual
La Pascua es el corazón del cristianismo, un tiempo de alegría, renovación y profundo significado espiritual. Pero la Resurrección no es un evento aislado: es el inicio de un itinerario de encuentros, mensajes y gestos que culminan en la celebración del Domingo de la Divina Misericordia. Cada aparición de Jesús resucitado es un eslabón que una la victoria sobre la muerte con la revelación del amor infinito de Dios. Acompáñame en este recorrido para descubrir cómo cada paso nos invita a vivir la Pascua con un corazón abierto a la misericordia.
1. El Amanecer de la Resurrección: El Encuentro con María Magdalena
En la madrugada del primer día de la semana, María Magdalena va al sepulcro y lo encuentra vacío. Llora, pensando que se han llevado el cuerpo de Jesús, hasta que una voz familiar la llama por su nombre: “¡María!” (Juan 20, 16). Es el primer testimonio de la Resurrección. Jesús elige a María Magdalena, una mujer marcada por el dolor y la esperanza, para ser la primera en anunciar la Buena Nueva. Este gesto nos enseña que el encuentro con el Resucitado es personal, íntimo y transformador. Jesús se revela a quienes lo buscan de corazón.
2. Las Mujeres y el Anuncio a los Discípulos
Poco después, Jesús se aparece a otras mujeres (Mateo 28, 9-10), quienes también reciben la misión de anunciar a los discípulos que Él está vivo. En un contexto donde el testimonio femenino no era valorado, Jesús dignifica a las mujeres y las convierte en las primeras mensajeras de la Resurrección. Este detalle subraya que la Pascua rompe barreras y abre caminos nuevos para todos.
3. El Camino de Emaús: Jesús Camina con Nosotros
Ese mismo día, dos discípulos caminan hacia Emaús, tristes y confundidos. Jesús se les une, pero ellos no lo reconocen. Él les explica las Escrituras y, al partir el pan, sus ojos se abren (Lucas 24, 13-35). Este relato es una catequesis sobre la presencia de Cristo en la Palabra y la Eucaristía. Jesús camina con nosotros, especialmente en los momentos de duda y desánimo, y se revela cuando compartimos la mesa y el corazón.
4. Apariciones a los Apóstoles: Paz, Perdón y Misión
Por la tarde, Jesús se aparece a los discípulos reunidos en el Cenáculo. Les muestra sus llagas y les dice: “La paz esté con ustedes” (Juan 20, 19-23). Sopla sobre ellos el Espíritu Santo y les da el poder de perdonar los pecados. Aquí se instituye el sacramento de la Reconciliación y se encomienda la misión de ser testigos de la misericordia. La paz que ofrece Jesús no es ausencia de problemas, sino la certeza de su presencia y perdón.
5. La Duda de Tomás y la Fe Renovada
Tomás, uno de los apóstoles, no estaba presente en la primera aparición y duda del testimonio de sus compañeros. Ocho días después, Jesús vuelve a presentarse y le invita a tocar sus llagas. Tomás exclama: “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20, 28). Jesús responde: “Dichosos los que creen sin haber visto”. Este episodio es clave: la fe pascual se apoya en el testimonio de la comunidad y en la experiencia viva del Resucitado. La misericordia de Jesús acoge la duda y la transforma en fe.
6. La Orilla del Lago: El Perdón de Pedro y el Nuevo Comienzo
En el lago de Tiberíades, Jesús se aparece a algunos discípulos que han vuelto a pescar. Les prepara un desayuno y, en un diálogo conmovedor, le pregunta a Pedro tres veces si lo ama, restaurando así la confianza después de sus negaciones (Juan 21, 15-19). Pedro recibe el encargo de “apacentar las ovejas”, símbolo del liderazgo basado en el amor y el perdón. Aquí vemos que la misericordia de Jesús es más grande que cualquier caída.
7. La Gran Comisión: Una Iglesia Enviada a la Misericordia
Antes de ascender al cielo, Jesús reúne a sus discípulos y les da la Gran Comisión: “Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio” (Marcos 16, 15). Les promete que estará con ellos hasta el fin de los tiempos. La Iglesia nace como comunidad de testigos y portadores de la misericordia de Dios, llamada a llevar la luz de la Resurrección a todos los rincones.
8. El Domingo de la Divina Misericordia: El Corazón Abierto al Mundo
La octava de Pascua culmina en el Domingo de la Divina Misericordia, una celebración instituida por san Juan Pablo II a partir de las revelaciones de santa Faustina Kowalska. Jesús pidió que este día se honrara su imagen con los rayos de sangre y agua que brotan de su costado, símbolo de la gracia y el perdón que fluye del sacrificio de la Cruz. El mismo corazón traspasado en el Calvario se presenta ahora como fuente inagotable de misericordia para todos.
En este día, la Iglesia proclama que no hay pecado tan grande que no pueda ser perdonado, ni herida tan profunda que no pueda ser sanada por el amor de Dios. Jesús promete gracias especiales a quienes se acercan a la Confesión y la Eucaristía en esta fiesta: es el abrazo del Padre que nos recibe como hijos amados.
Vivir la Pascua en Clave de Misericordia
El camino desde la Resurrección hasta la Divina Misericordia es una invitación a experimentar el amor de Dios en cada encuentro, a dejar que la paz y el perdón de Jesús transformen nuestra vida y nos conviertan en testigos de su misericordia en el mundo. Celebrar la Divina Misericordia es reconocer que el sacrificio de la Cruz no fue en vano: el corazón de Cristo sigue abierto, dispuesto a sanar, perdonar y renovar a todo el que se acerca a Él.
“Que ningún alma tema se acerque a mí, aunque sus pecados sean como la escarlata. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas”.
(Jesús a Santa Faustina)
Que este tiempo pascual nos ayude a descubrir el rostro misericordioso de Jesús ya llevar su luz a quienes más lo necesitan. ¡Vivamos la Pascua con un paso al día hacia la misericordia!
Para profundizar
Puedes conocer más sobre las exposiciones de Carlo Acutis y su legado en:
[Publicado en unpasoaldia.com – Un espacio de reflexión cristiana para el caminante de hoy]
TU DONACIÓN NOS PERMITE SEGUIR CREANDO PASOS AL DIA
GRACIAS POR AYUDARNOS A CREAR Y COMPARTIR
10,00 US$
Deja un comentario